Felipe Morales
Los golpes de la vida le sirvieron para madurar y decidir a dar y recibir otro tipo de golpes, los deportivos, los del boxeo.
Luis “El Crash” Acuña se “curtió” en el ambiente de una colonia de ambiente hostil.
Dedicado al futbol antes que el pugilismo, sufrió la consecuencia de la ruptura matrimonial y ello le hizo tocar fondo; el autodescuido y los consumos indebidos fue su refugio.
Hasta que hubo un nuevo amanecer y una reacción.
Y encontró en el deporte de “fistiana” su modo de vivir y con la disciplina las cosas positivas: una nueva familia.
El boxeador cuenta con 30 años de edad; se autodenomina “viejo” pero con mucha determinación y ganas que suplen la falta de un cimiento que da la práctica desde la infancia.
Así se ha abierto camino y ahora está a punto de enfrentar al tercer mejor peleador de Argentina, le apodan “El Lobo” y para ese compromiso Luis Acuña se prepara con esmero.
El compromiso está sellado para el 5 de junio en Patzcuaro, Michoacán donde el potosino intentará sumar un eslabón a la cadena deportiva en la que ha cifrado sus ilusiones.