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Forjador@s de la Danza moderna mexicana

Jorge Ramírez Pardo

Entre 1920 y 1940, hubo en México un renacer de las artes con tinte nacionalista/modernista –inspirado en la Revolución mexicana-; en pintura, música, literatura, teatro y cine. De 1935 a 1955, sucedió algo semejante con la danza.

A semejanza de las otras artes, ir a identificar las vanguardias del mundo e invitar y traer a México algunas de las mejores maestras y corógrafas extranjeras, ayudó al ingreso de la modernidad dancística mexicana. El desarrollo fue primero con un sentido narrativo; luego, como le sucedió a la pintura, como ejercicio de ruptura para llegar a expresiones modernas y abstractas.

Cronología de precursoras y precedentes

1923.- Las hermanas duranguenses Nellie (1990-1986) y Gloria Campobello (1911-1968), llegan a la ciudad de México. Allí descubren la danza, y tomar clases para aprenderla con las hermanas Adela, Amelia y Linda Costa, con madame Stanislava Potappovich, Carol Andamchevsky, y Carmén Gale.

1927.- Debutan en la compañía de Lettie Carroll.

1931.- Por encargo de Lázaro Cárdenas, para conmemorar el aniversario de la Revolución mexicana, las hermanas Campobello presentan el Ballet 30-30 en el Estadio Nacional. Nellie vestida de rojo representó a la Revolución; este ballet se escenificó por casi todo el país como parte de las Misiones culturales iniciadas por José Vasconcelos.

1932.- Se funda la primera Escuela (pública) de danza en un salón del edificio sede de la SEP. Su primer director fue el pintor guatemalteco Carlos Mérida.

1937.- La consolidan las hermanas Campobello, y el presidente Lázaro Cárdenas le otorga el carácter de Escuela nacional de danza. Nellie sería su directora hasta 1982.

Una extrajera clave

1939.- La bailarina y coreógrafa norteamericana Anna Sokolow llega a México –invitada por Carlos Mérida, quien la vio actuar en Nueva York. Hija de inmigrantes ruso-judíos, imprime a su danza la fuerza heredada de su madre, una obrera, sindicalista y socialista a la que acompañaba a las marchas durante las huelgas. A su vez, fue alumna e integrante de la compañía de Martha Graham, autora de un reconocido método dancístico que lleva su nombre.

Anna Sokolow, consigue la colaboración para sus propuestas dancísticas de artistas mexicanos de talla; entre ellos, los músicos Rodolfo Halffter, Blas Galindo y Carlos Chávez, y los pintores Antonio Ruiz, Gabriel Fernández Ledesma. Anna, además, creó en México dos de sus mejores coreografías: Opus 60 y Sueños.

El tránsito a la modernidad dancística

1941.- Las hermanas Campobello fundan el Ballet de la Ciudad de México. Gloria como solista, llegó a ser considerada la primera bailarina de México; este trabajo lo realizaron con apoyo de los muralistas José Clemente Orozco, Carlos Orozco Romero y Roberto Montenegro; el pintor Julio Castellanos, el escritor Martín Luis Guzmán, y el músico Carlos Chávez.

Diferencias de criterio con las destacadas alumnas Guillermina Bravo, Josefina Lavalle y Ana Mérida (hija del pintor Carlos Mérida), llevó a una ruptura de ellas con Nellie Campobello; esto propició a las alumnas escindidas realizar otras búsquedas y derivó en la gestación del movimiento más importante de la disciplina hasta ahora en el país: la danza moderna mexicana.

Las alumnas, desdoblan el trabajo de la maestra

1947.- Guillermina Bravo y Ana Mérida fundan y dirigen la Academia de la danza mexicana; con propuestas innovadoras de las norteamericanas Waldeen y Ana Sokolow. Ello se refuerza con la formación de las agrupaciones: Ballet Waldeen, el Ballet de Bellas artes y el grupo La paloma azul.

1948.- Guillermina Bravo abandona la codirección de la Academia para fundar el Ballet Nacional de México; escuela independiente, no gubernamental, que -a decir del historiador de danza Alberto Dallal-, constituyó durante mucho tiempo el máximo centro de enseñanza de danza moderna y danza contemporánea del país y que representó, hasta su extinción en 2006, la más avanzada compañía de su tipo en América Latina.

Simplemente Ana

Ana María Mérida, hija del pintor Carlos Mérida, además de lo ya mencionado, fue directora del Ballet Mexicano, con el que realizó giras por países de Centro y Sudamérica.

También fue coreógrafa de la Compañía nacional de danza de México. Autora y productora de Ausencia de flores, ballet en homenaje al muralista mexicano José Clemente Orozco.

Actuó para la película El santo oficio en 1973, y obtuvo por ello un premio y reconocimiento público.

En 1986 fue premiada por el montaje de las coreografías en La Luna y el Venado y La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.

José Clemente Orozco la escogió como tema para una de sus obras pictóricas.

El caudillo del sur en la cúspide

1953.- Guillermo Arriaga Fernández (1926-2014) coreógrafo, bailarín e investigador, estrena su obra Zapata en Bucarest, Rumanía, con música de José Pablo Moncayo y vestuario de Miguel Covarrubias.

Zapata es considerada por especialistas del tema, la obra cumbre de la época de oro de la danza en México; surgió de la necesidad de proyectar en escena el manifiesto del Caudillo del sur.

Para Arriaga Fernández, consigna la periodista Fabiola Palapa, la danza fue un instinto primario de nuestra especie, como medio de comunicación a través de nuestro cuerpo, y la coreografía una composición que busca transmitir y comunicar…, los coreógrafos tenemos que comunicarnos con el público, decirle lo que pensamos y sentimos con nuestro cuerpo.

La mandona de la danza moderna en México

Guillermina Bravo nació en Chacaltianguis, poblado veracruzano. Esa circunstancia de sus orígenes, comenta Alberto Dallal, la orillara toda su vida, a reconocer la vastedad y la heterogeneidad de la nación mexicana, de tal manera que los recorridos de Bravo y sus huestes dancísticas incluyeron pequeñas poblaciones y ciudades grandes y medianas de todo el país, además de los sitios en el extranjero que entraron en contacto con la obra de Bravo y de su Ballet nacional de México.

Guillermina manifiesta en su coreocronología una serie de transiciones funcionales, relacionadas con los cambios experimentados por la danza moderna y la danza contemporánea en todo el mundo. …

Alguna vez predijo que la nueva danza debía ser simultáneamente experimental y profesional.

En 1957, con integrantes de la danza moderna mexicana, Guillermina realiza una gira por Europa, la ex Unión Soviética y China; el conjunto lleva el nombre de Ballet nacional contemporáneo de México y da a conocer los grandes avances del Movimiento mexicano de Danza moderna (1940-1965) hasta ese momento.

Corolario en la modernidad dancística mexicana

Guillermina dejó de bailar en 1960, cuando había asentado en México y otros confines su tránsito dancístico entre el nacionalismo y la vanguardia en plena libertad.

Durante los años sesentas, Guillermina Bravo y Luis Fandiño comenzaron a prescindir de las danzas narrativas, mímicas y expresionistas, para experimentar con montajes de imágenes, libertad de movimientos, creación de situaciones dramáticas con los propios cuerpos, mensajes visuales, secuencias.

En 1990 abre el Centro nacional de Danza contemporánea en la ciudad de Querétaro, para que artistas mexicanos y extranjeros se formen como bailarines, coreógrafos, técnicos e historiadores profesionales. Con dos soportes fundamentales: el Colegio de Danza contemporánea y el Ballet nacional de México, compañía de la cual salieron numerosos docentes.

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