Desde ayer entró en vigor el nuevo etiquetado mexicano de alimentos procesados, una victoria para especialistas de salud y defensores del consumidor, pero un aumento de tensión entre el Gobierno y la industria agroalimentaria.
La nueva Norma Oficial Mexicana (NOM) 051, premiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), combatirá con advertencias frontales en envases la epidemia de obesidad de México, el segundo país con más sobrepeso del mundo, señalaron especialistas.
“Muchas veces el consumidor no sabe que estos productos ultraprocesados no son buenos para la salud, entonces es una medida histórica que ahora se resuelva esta asimetría de información”, afirmó José Luis Chicoma, director general de Ethos: Laboratorio de Políticas Públicas.
“El etiquetado es una iniciativa importante porque guía a la población hacia opciones más saludables para alimentarse, sin embargo, no es la única herramienta”, dijo Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública.
Sin embargo, los industriales y empresarios han criticado la medida. La Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca) denunció que al sector le costará seis mil millones de pesos cambiar el etiquetado de los productos.
Hasta 85% de todos los alimentos y bebidas preenvasadas tendrán los sellos de alerta, pero no reflejarán el contenido de azúcar, sodio y grasa por porción, se quejó el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico).
Con información de El Informador.