[Javier Padrón]
Gabino Morales anunció que este fin de mes renunciará a la Secretaría del Bienestar y no utilizará la dependencia para sus aspiraciones políticas; concluye así un desempeño controvertido, lo sancionó la propia extitular María Luisa Albores y se fue al litigio; es mencionado como eventual candidato a la gubernatura, es muy remoto ese escenario, su juventud e inexperiencia lo descartan, si fuera el designado se lo podrían comer los tiburones del prianismo.
Bajado de los tapancos presidenciales por los gritos y rechiflas que recibió en la plaza Fundadores de la militancia cuya naturaleza es el conflicto y el divisionismo, fue sostenido por el Presidente AMLO como su representante principal, un interlocutor de bajo perfil y refractario a los medios de comunicación.
El momento cumbre, la mega fiesta por su cumpleaños a la usanza del viejo régimen que lo expuso a una ola de críticas; su falta de oficio político era compensado por la asesoría de los expriistas Arreola. Falta ver a quién pone en su lugar el secretario Javier May Rodríguez, si opta por alguien del equipo de Gabino o un externo.
EL PACTO DEL CACO LEAL
Ante la creciente idea de que el gobernador Juan Manuel Carreras ha decidido su sucesión a favor del alcalde capitalino Xavier Nava que no milita en ningún partido, el secretario de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, aclaró que no hay intención alguna de apoyar a un alcalde.
Lo que no dijo es que él también podría tener su favorito, ya sea el mismo de Carreras o uno propio, como el magistrado Juan Ramiro Robledo. Leal es un comodín en la sucesión.
EBRARD EN EL 21
En la disputa por la dirigencia nacional de Morena ha salido a relucir el nombre del canciller Marcelo Ebrard como respaldo del diputado Mario Delgado frente al iracundo Porfirio Muñoz Ledo, y que está armando su proyecto presidencial para suceder a AMLO; esto último lo negó en una entrevista con Carmen Aristegui, es difícil creerle Ebrard.
Aunque la corriente camachista perdió en la sucesión de Carlos Salinas con Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo, y abandonó el PRI, se ha revitalizado en el gobierno de la 4T, a Ebrard se le considera uno de los colaboradores más eficientes del Presidente AMLO, que hace la chamba de otros secretarios, y sí tiene muchas posibilidades de lograr la candidatura.
La principal adversaria es Claudia Sheinbaum, la preferida de AMLO; con menos fuerza están el senador Ricardo Monreal y el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, ya convertido en el gobernador platónico de San Luis Potosí.
La rama potosina del camachismo está de plácemes con el posicionamiento de Ebrard, el historiador y escritor Enrique Márquez está a cargo del área de cultura de la Secretaría de Relaciones Exteriores; gana unas cinco veces más que con el gobernador Carreras; el otro camachista destacado es el exgobernador Fernando Silva Nieto, no se ha incorporado a la dependencia de su amigo, lo que echa abajo el mito de que padece penurias.
Sin considerarse camachista, el exgobernador Horacio Sánchez Unzueta tiene un puente firme con Ebrard a través de Enrique y Fernando. Ya han hecho equipo en otras épocas, cuando Manuel Camacho era el brazo izquierdo de Salinas impusieron a Fausto Zapata en la gubernatura y también le informaron que tenía que irse.
El camachismo tiene esta innegable raíz autoritaria, aunque se asumen como progresistas, y se beneficiaron de la renuncia de Zapata, hasta ahora mantienen el control de la entidad.
En el 2021 veremos si Ebrard se entromete en la sucesión potosina, los camachistas están con el alcalde Nava, sin importar si lo apoya el PAN o el PRI o juntos y la morralla que se acumule; es un hecho que van contra Morena, Sánchez Unzueta ya tiene bien trabajado su discurso regionalista y de resistencia al poder central, como ahora lo hace el gobernador chihuahuense Javier Corral.