Javier Padrón
Mientras la coalición opositora “está firme”, sea quien sea el candidato a la gubernatura como alardeó el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, de visita en la capital potosina, la coalición de izquierda está en el aire.
La coalición se desdibujó desde que Morena canceló el registro de la misma en el CEEPAC y que se realizó en medio de una batahola por el rechazo al PVEM, orquestado por grupos vinculados al alcalde Xavier Nava y a Bertha Luján, presidenta del consejo nacional de Morena; y se quedaría con el PT y Nueva Alianza.
El panorama recién volvió a cambiar para el morenismo porque el pasado domingo la dirigente petista, Patricia Álvarez, se reunió con Ricardo Gallardo Cardona para darle su apoyo como precandidato a la gubernatura y dijo que irían en coalición también en elecciones municipales y diputaciones; y de un plumazo se olvidaron del destape del millonario Adrián Esper como su candidato.
Cuando parecía que Morena se quedaría como novia de rancho, Nueva Alianza se deslindó del PT y PVEM para aliarse a Morena mediante negociaciones del dirigente Francisco Javier Rico con Juan Ramiro Robledo, este lo buscó y se reunieron en un restaurante de comida típica. El anuncio se haría oficial en próxima fecha, antes o después de la encuesta interna. Nueva Alianza ya traía un acuerdo avanzado con el gallardismo.
Robledo le expuso a Rico su hoja de ruta, los apoyos de AMLO, Ricardo Monreal y otros políticos, dejó entrever que el gobernador Juan Manuel Carreras también estaría de acuerdo porque se mencionó que las estructuras de la SEGE y el SNTE serán puestas a disposición de su candidatura. Lo dicho: el secretario Joel Ramírez quedaría como una figura de paja.
De confirmarse esta trama, cobrará fuerza la versión de que el proyecto de Xavier Nava en el PAN decayó ante los apoyos recibidos por Octavio Pedroza, la militancia azul no va a apoyar a quien los ha tratado con desprecio, y lo han desairado sobre todo en la Huasteca donde pesa Xavier Azuara, uno de sus principales agraviados, otro es el dirigente estatal Francisco Aguilar.
Al exsecretario particular de Emilio Zebadúa le quedaría buscar la reelección, por el PAN se ve muy complicado, le queda la opción de Movimiento Ciudadano, cuyo dirigente Eugenio Govea rompió relación con Nava.
Carreras ve con más posibilidades a Juan Ramiro que a Nava, situación que se refleja en la línea editorial de los medios palaciegos, tratan con tersura al político expriista y lo ponderan con declaraciones de terceros a su favor, el político más experto, honesto y maduro, prudente y atinado. Si el aparato estatal se va con Juan Ramiro, es probable que el exgobernador Horacio Sánchez esté de acuerdo, Carreras no se manda solo en estos asuntos tan vitales como el asegurar una transición pactada y cerrarle el paso a los dos únicos adversarios que amagan con romper la cadena de complicidades sellada hace más de dos décadas, Esper y Ricardo Gallardo.
Si el que fue tesorero del cuatrienio horacista que, por cierto, no fue nada transparente y sí muy represor, José de Jesús Jiménez, este jueves publicó en “Pulso” un artículo laudatorio de Robledo (“La 4T de AMLO y Juan Ramiro Robledo Ruiz”), puede verse como una señal de una reconciliación de los grupos priistas del viejo régimen desde el corazón noble de la 4T.
“ALITO” EN SLP
El líder del PRI, Alejandro Moreno, mejor conocido como “Alito”, estuvo muy animado y triunfalista en su estancia en la ciudad. En un evento en la sede del PRI reafirmó la coalición con el PAN, “está firme y clara”, y también se reunió por separado con el dirigente del PAN, Francisco Aguilar; el dirigente de la Coparmex, Julio César Galindo Pérez y el exsenador Teófilo Torres Corzo.
A lo mejor “Alito” no fue enterado de que Carreras y Horacio ya traen su jugada fuera del PRI.