Federico Anaya Gallardo
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Pelear la paternidad de un éxito es sonso. En mis entregas previas he sugerido que Villa y su contrato con la Mutual Film Corporation son “el” origen del cine como propaganda política. En realidad, desde su inicio, todos los gobiernos y todas las élites alternativas usaron al séptimo arte como a sus hermanas más viejitas: para convencer a quien observa sobre la validez de un argumento. En 1908, un abogado convertido en actor llamado Vladimir Romashkov (Владимир Ромашков, 1862-1939) estrenó en San Petersburgo una pequeña película titulada Stenka Razin. La primera película rusa. Los ocho minutos del filme contaban una historia popular. (Liga 1.) El bandido cosaco Stenka Razin se enamora de una princesa persa, pero sus hombres le exigen lealtad a la causa y el líder sacrifica a su amada arrojándola al Río-Madre Volga. Durante el siglo XIX esta historia se había popularizado en una cancioncita. Ahora bien, lo que todomundo sabía en Rusia, mucho antes de 1908, es que la causa de Razin era una rebelión contra los primeros zares Romanov (1667-1671). En los territorios que liberó, reorganizó la sociedad desde abajo al modo de la horda mongola. La memoria cosaca era disputada. En 1916, el último Romanov se vestía de cosaco con su heredero para demostrar que era “nacionalista”. Después de 1917 los bolcheviques reivindicaron a Razin como un precursor de la Revolución. Y la cancioncita es uno de los clásicos del Coro del Ejército Rojo.
Cosa interesante, de acuerdo al sitio кино-театр.ру (kino-teatr.ru) en 1929 Romashkov aparece actuando en una película soviética titulada Бузотер (Buzatior, Borracho) ó А почему так (A pochemu tak, ¿Y, por qué?) que trataba de “la cooperación de la juventud con la generación de trabajadores mayores”. (Liga 2.) En el cartel de este filme, quien fuese director de Stenka Razin aparece como un viejo profesor lidiando con un joven insubordinado. Invito a la lectora a sospechar que Romashkov tenía alguna intención ideológica en 1908 al subrayar el deber del líder rebelde de servir a su causa incluso al punto de sacrificar a su amada. Desde su primera aparición el cinematógrafo ruso aparece atado a lo político.
En 1928 se estrenó en la URSS el filme Потомок Чингисхана (Potomok Chingisxana, El descediente de Gengis-Kan) de Vsevolod I. Pudovkin. (Liga 3.) Es un largometraje mudo (1:32:35) que cuenta la historia de un joven mongol en las estepas centroasiáticas. Su pueblo caza zorros y vende pieles en puestos de intercambio dominados por los capitalistas invasores (ingleses). Se mal paga y humilla a los cazadores nómadas. El joven resiste. Lo reprimen. Escapa. En unas montañas encuentra una columna del Ejército Rojo. Los bolcheviques le reciben como hermano: todos los pueblos combaten juntos bajo la bandera roja de la liberación. Pudovkin también retrata a los enemigos de clase. ¡Igual son multiculturales! Una secuencia muestra cómo una dama occidental, un príncipe mongol y un general reaccionario son vestidos por su servidumbre. En su diversidad, los une el lujo y la exageración. Las joyas que les cubren son pagadas con el dolor de los pobres.
Ligas usadas en este texto:
Liga 1:
Liga 2:
https://www.kino-teatr.ru/kino/movie/sov/13685/annot/
Liga 3:
Imágenes, tomadas de www (wikipedia & www.kino-teatr.ru):
Stenka Razin (1908), ¿Y, por qué? (1929), Descendiente de Gengis Kan (1928).