Antes, cualquier motivo era bueno para hacer turismo. Un puente largo, vacaciones o simplemente un fin de semana, podían ser la excusa perfecta para ir a conocer pueblos mágicos, relajarse en las playas del Caribe, conocer algún sitio arqueológico, desplazarse a otra ciudad para ir a un concierto, un partido de futbol o simplemente buscar un lugar acogedor, lejos del bullicio de la ciudad.
Cada año, de acuerdo a la Organización Mundial del Turismo, esta actividad económica crecía, se consolidaba y afianzaba gracias a la globalización, el desarrollo de las telecomunicaciones y el transporte terrestre y aéreo y a pesar de las crisis económicas y algunas enfermedades emergentes como el SARS, el MERS o la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009.
- En 2019, la Organización Mundial del Turismo informó 1.500 millones de llegadas de turistas internacionales en el mundo. En México, INEGI reportó la llegada de 7.9 millones de viajeros internacionales durante enero de 2019.
“El turismo es una de las principales actividades económicas a nivel mundial. Diferentes países, sobre todo los territorios insulares, vieron en él la oportunidad de insertarse dentro del sistema mundo y al ser un motor de crecimiento económico; en algunas zonas se convirtió en la principal actividad económica generando dependencia”, comenta el doctor Jafet Quintero Venegas, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
2020 cambió todo
La pandemia de COVID-19 ha obligado al mundo a tomar diferentes medidas y acciones para evitar la propagación del virus SARS-COV-2 o al menos mermar la velocidad de contagio.
Diferentes países cerraron sus fronteras por completo, algunos restringieron la llegada de extranjeros provenientes de regiones con el mayor número de contagios, otros más mantuvieron abiertas sus fronteras, pero recomendando cuarentenas o la realización de pruebas para descartar contagios.
En diversos lugares del mundo, las actividades educativas, deportivas, culturales y artísticas fueron canceladas para evitar aglomeraciones que pudieran convertirse en focos de contagio.
Museos, bares, restaurantes, centros comerciales, parques temáticos, atracciones turísticas y todo negocio considerado no esencial, cerró sus puertas o redujeron su acceso para poder implementar mejor las medidas sanitarias de distanciamiento social recomendado por la OMS.
“En este escenario hay personas que están aprovechando la pandemia para salir y encerrarse en otros espacios, pero hay muchos lugares turísticos que están cerrados o con restricciones, entonces hay experiencias turísticas incompletas o insatisfactorias”, menciona el especialista.
ALGUNOS TIPOS DE TURISMO
Internacional y doméstico. En función de dónde provienen los viajeros.
Litoral. Se lleva a cabo en las costas.
Urbano y rural. De acuerdo a si se realiza en las ciudades o en zonas rurales.
Turismo cultural. Ligado a la historia de la zona.
Turismo oscuro. Está vinculado con espacios asociados con la muerte, el peligro, desastres, tragedias o hechos que generan morbo.
Turismo sexual. La motivación de los viajeros es tener un encuentro sexual con personas locales.
Recuento de los cambios
Las medidas implementadas de acuerdo a las autoridades sanitarias de cada país, impactaron en todas las actividades económicas, en el caso del turismo masivo tuvo que reorganizarse para regular la cantidad de personas que podían estar en transportes aéreos y terrestres, cruceros, hoteles, restaurantes, playas y todos los destinos turísticos.
“Es la primera vez en la historia del turismo que tiene una disminución del 80% en términos de llegadas internacionales y derrama económica de un año a otra. Estamos viendo una situación casi catastrófica o apocalíptica en el turismo que nadie se esperaba pues se creía que era una actividad tan resiliente pero se ha observado que no ha podido sortear la pandemia cómo se pensaba”, explica el académico.
A consecuencia de la pandemia, detalla el especialista, las personas han enfrentado diversos problemas económicos y psicológicos que han disminuido el interés en viajar, pues además de existir el temor a contagiarse hay incertidumbre de no saber cómo evolucionara la enfermedad en el lugar de destino.
Sumado a esto, los hoteles no han tenido la recepción que tenían antes, han tenido que reducir su capacidad de hospedaje, quitar el buffet de los paquetes que ofertaban, ya que puede convertirse en zonas de infección, haciendo menos atractiva la oferta de viaje y en los peores escenarios, han tenido que reducir el salario de sus trabajadores o despedirlos.
Para las aerolíneas tampoco ha sido fácil sortear este escenario, ya que han tenido que reducir rutas, principalmente aquellas que no se veían como prioritarias, afectando principalmente a las conocidas “de bajo costo”, provocando que algunas se hayan declarado en bancarrota y otras hayan tenido que buscar la manera de aliarse con otras para poder sobrevivir.
En otros casos se han tenido que ofertar y reducir los precios de los boletos para incentivar la movilidad, pero al igual que la industria hotelera, han tenido que bajar salarios y despedir miembros de la tripulación para sopesar gastos.
¿Qué sigue?
“De lo que se ha observado parece ser que el turismo que se está realizando es a lugares muy cercanos al lugar de origen. Los viajeros mexicanos desplazándose en México siempre han sido más que los que salen al exterior, pero también será interesante poder captar turistas de países cercanos como Estados Unidos o Canadá”, comenta el doctor Quintero Venegas.
Como parte de los incentivos que se han realizado para fomentar el turismo en diferentes partes del mundo, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo estableció el sello Safes Travels o Destino Seguro, para certificar a los lugares que cumplan los protocolos de sanidad recomendados por la Organización Mundial de la Salud e incentivar a los viajeros a salir.
Sin embargo, aún existe mucha incertidumbre en el futuro de esta industria, ya que mientras algunos han visto en los espacios rurales una forma de dispersar turistas y evitar contagios, pero apostar por el ecoturismo, explica el especialista, mientras exista la pandemia también puede ser un riesgo para esas comunidades, pues podrían viajar personas contagiadas a zonas donde no existe infraestructura para la atención médica especializada.