Tigres perdió la enorme oportunidad de alcanzar la grandeza histórica. No todos tienen esa opción. Contra los coreanos fue muy bueno, ante Palmeiras, soberbio, gigante, pero frente al Bayern Múnich le faltó dimensión, altura, esas cosas hermosas que tiene el futbol. ¿Qué sucedió para no dar ese gran salto?
1.- Ricardo Ferretti juega a una sola idea. Se defiende con nueve jugadores, una línea de cuatro, sus dos extremos (Aquino y Quiñones) juegan de laterales, uno derecho y otro izquierdo. Tres volantes defensivos como Carioca, Pizarro y Gignac quien volanteaba. Se sumó Carlos González para ayudar al mediocampo. En esa idea su punto más alto en 10 años fue el partido contra Palmeiras, al que sorprendió con su pelota dominada, su toque con precisión, con diagonales de Quiñones y Aquino. Con la gran pelea de Gignac. Los brasileños ni siquiera vieron la pelota. Un partido muy completo de altísima concentración. El crecimiento futbolístico de todos fue el mayor que ha tenido Tigres en toda su historia.
En esa idea cuando los Tigres dominan el partido, cuando ganan y superan al rival no hay nadie mejor que el equipo de Ricardo Ferretti.
2.- Cuando Ferretti es dominado y va perdiendo no tiene otra alternativa, no cambia, no tiene variantes (individual), variables (sistemática), tampoco cambios, se le dificulta sobreponerse al rival y comienza a priorizar el orden.
3.- A un equipo como el Bayer Munich o la Selección de Alemania se le tiene que jugar a tres tiempos. 1. Anularlos (marcarlos) que le duelan las patadas, 2. Después desgastarlos y 3. Matarlos futbolísticamente. A los alemanes se les derrota del minuto 70 al minuto 90. Ferretti careció de capacidad de reacción por lo menos para darle un ‘madrazo’, simplemente los Tigres y Ferretti no pudieron contrarrestar en ningún momento al Bayern Múnich.
Si el partido continúa más allá de los 90 minutos, ni siquiera se hubiera acercado al área.
En el Mundial de Francia, la Selección Nacional de México anuló, desgastó y estuvo a nada de matar, lamentablemente Bierhoff nos dio la puntilla, pero nos morimos de algo. En el Mundial de Rusia, el profesor Osorio marcó a los alemanes, los anuló, los desgastó y los mató el ‘Chucky’ Lozano.
Estos Tigres, con esta capacidad futbolística, tenían que haber maniatado, anulado a sus rivales, hacer mucho más de lo que hicieron.
Si los niveles futbolísticos son diferentes entre Bayern Múnich y los Tigres, para eso existe la estrategia, poner como argumento que los jugadores europeos son de mayor calidad, es un pobre sustento para quienes dirijan dentro de un campo de juego, así como pretextar manos e intervención del VAR me parecen pretextos vanos, vacíos, para entrenadores perdedores. Reconozco la humildad de Ferretti en aceptar que el rival fue mejor. Reconozco que es uno de los grandes entrenadores de la historia del futbol mexicano, pero el jueves le faltó muchísimo por confirmar o reafirmar.
Con información de ESPN