En los últimos días, más de una docena de países en Europa han suspendido la aplicación de la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca luego de una serie de casos de trombosis que presentaron pacientes después de que les fue administrada la dosis. En contraste, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide que se siga inyectando este fármaco, por lo que entre la sociedad quedan dudas de qué postura seguir.
Michelle Roberts, editora de Salud de la BBC, recuerda que no es la primera vez que países de Europa tienen cautela con la vacuna de AstraZeneca, farmacéutica del Reino Unido.
Inicialmente no recomendaron su uso para mayores de 65 años. Incluso, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo entonces que era “prácticamente inefectiva” en estos casos. Aunque su decisión tuvo que ser revertida ante la falta de evidencia.
Alemania y Francia tienen suministros de la vacuna de AstraZeneca que podrían perderse por la reciente decisión, lo que hace que dependan más de la vacuna de Pfizer.
La causa de la suspensión
A raíz de la aplicación de la vacuna de AstraZeneca en la población europea se han registrado 15 casos de trombosis venosa profunda y 22 de embolia pulmonar entre los vacunados.
Por ello, Alemania, Francia, Italia, España, entre otros, han decidido suspender la administración de esta vacuna hasta que la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) realice un dictamen sobre los casos de trombosis.
Sobre los casos, la propia empresa de AstraZeneca ha explicado que de 17 millones de personas en Reino Unido y la Unión Europea que recibieron una dosis de la vacuna, se han reportado menos de 40 casos de coágulos hasta la pasada semana.
Un número que los expertos consideran “normal” dentro de los casos reportados en la población en general.
A pesar de ello, el Ministerio de Salud de Alemania anunció este lunes que dejaba de administrar inmediatamente la vacuna.
El ministro de Salud, Jens Spahn, aseguró que la decisión “no es política”.
¿Qué dicen los organismos de salud?
Por su parte, organismos internacionales han sido consistentes con sus declaraciones y coinciden en que no hay relación entre los casos de trombosis y la vacuna de AstraZeneca.
La OMS ha indicado que detener la utilización de la vacuna AstraZeneca es un riesgo mayor frente a la gravedad de la pandemia.
“Tan pronto como la OMS tenga claro todo el panorama de estos sucesos, las conclusiones y algún improbable cambio de las recomendaciones actuales lo comunicaremos al público”, agregó.
La misma Agencia Europea de Medicamentos ha dicho que la vacuna se puede seguir usando. Aunque se encuentra realizando una investigación sobre los casos.
Y el regulador de medicamentos de Reino Unido afirma que la evidencia “no sugiere” que la inyección cause coágulos, por lo que pidió a la población que se siga vacunando.
Andrew Pollard, director del grupo de vacunas de la Universidad de Oxford que desarrolló la vacuna, dijo a la BBC que hay “pruebas muy firmes de que no hay incremento del riesgo de coágulos en Reino Unido, donde se han dado más dosis de esta vacuna en Europa”.
Con información de El Heraldo de México