“Mucho tiempo la buscaron, está contenta la raza, ya no la cruzazulearon, se acabó la mala racha”, dice el Huapango que compuso el Trío Descendencia Huasteca a la afición celeste y al equipo por el noveno título del fútbol mexicano, después de 23 años sin ser campeón.
Al son del Querreque, una composición típico de la región mexicana de las huastecas, que se interpreta con guitarras o jaranas, arpa y violín, en la letra dedicada a la máquina cementera relata el sufrimiento de la afición y la sequía de títulos durante más de dos décadas.
“Mi tío que siempre quemaba, las playeras del equipo, las playeras del equipo, mi tío que siempre quemaba”, dice con relación a las finales perdidas, algunas de manera inverosímil, lo cual incluso derivó en que la Real Academia de la Lengua Española (RAE) incluyera en su Observatorio de Palabras al verbo “cruzazulear”, “que alude a una situación determinada por ser algo que frecuentemente sucede al equipo Cruz Azul”, en alusión a las derrotas en fase final.
“La novena se ganaron, por rifársela en la cancha, por rifársela en la cancha, la novena se ganaron”, añade el Huapango compuesto al club de origen hidalguense, que remata:
“Celebra la multitud, pues este día se esperó, viva viva el Cruz Azul y todita si afición”.
El Huapango también se baila zapateado con pasos rápidos complicados sobre una tarima de madera.
Con información de El Heraldo