Lidia Juache
Luna de miel
Sin querer hacer mucho caso a los pesimistas, será interesante observar cuanto dura, (quizá 3 años o mas…) la luna de miel de los otrora adversarios políticos. Ya en funciones de gobernador y alcalde, Gallardo y Galindo respectivamente han hecho gala de sus cualidades políticas, acaso histriónicas, para caminar codo a codo muy sonrientes y sin sana distancia. Al menos así lucieron durante el arranque del Proyecto de Reconstrucción de la Zona Metropolitana.
Reconstrucción de la Zona Metropolitana
Por cierto, este proyecto puede correr el riesgo de quedarse solo en la cubierta con obras de ornato, si no se trabaja a fondo. Las iniciales acciones y palabras no asomaron muchas esperanzas de ir más allá, esperemos que sólo sea esta primera etapa en la que los recién estrenados gobernantes tienen prisa por ganar agenda y salir en la foto.
Sólo se anunció como objetivo mejorar la imagen urbana a través de acciones de limpieza de calles y camellones, retiro de escombro y colocación de señalética, es decir, sólo una manita de gato, muy por encimita, lo cual sería una mirada muy pobre de lo que en realidad significan proyectos de reconstrucción de zonas metropolitanas.
Lo que a esta conurbación capitalina le urge es planeación de largo plazo que incluya alternativas de solución -por ejemplo- para la movilidad del casi medio millón de trabajadores que se traslada diariamente a la zona industrial.
De acuerdo a registros de 2018 (antes del desempleo pandémico) en la Zona Industrial de San Luis Potosí se estimaba un padrón de 600 empresas con una fuerza productiva, de todas las jerarquías, de poco más de 400 mil personas distribuidas en tres turnos, lo que por esa época representaba una movilidad de 133 mil personas en cada turno.
Movilidad frustrada
Tristemente el fallido, millonario y desdibujado proyecto del metro-bus ha ido en decadencia y de la prometida cifra de movilizar una afluencia diaria de 100 mil personas ya va en apenas la gris promesa de movilizar 5 mil usuarios. Confiemos optimistas en que pronto se resuelvan los problemas públicos locales.
Reviviendo los fantasmas
Las quejas por las fallas de las costosas y cuestionadas luminarias del exalcalde Xavier Nava coincidieron con la declaración del alcalde Enrique Galindo en torno a la sospechosa actitud de la Contraloría Interna ante la desaparición de los 10 millones de pesos.
Parecen regresar los fantasmas del pasado reciente de la alcaldía potosina y es que la desdibujada figura del ex tesorero municipal Rodrigo Portilla se asoma cada que alguien regresa a la mesa el tema del dinero mal administrado en tiempos de Nava o si se mencionan las lámparas que prometían moderna tecnología digital.
Hay voces que piden al presidente municipal que no se olvide de dar seguimiento a esa investigación en curso que él mismo revivió con su revelación de ayer, cuando con aparente ingenuidad, pero con innegable colmillo, deslizó su declaración.
Por si algo le faltara a los fantasmas de Nava y Portilla, el Congreso del Estado aprobó la conformación de la Comisión Jurisdiccional para desahogar el Juicio Político en contra del exalcalde capitalino y su Cabildo 2018-2021.
Ya por lo menos alguien podría gestionar la fianza que se supone habrá dejado en garantía la empresa responsable de la jugosa transacción del renovado alumbrado público, en caso de que se generalicen las fallas.
Licencias gratis para todos
Las sospechas de septiembre de una coalición legislativa Sí por San Luis poco cohesionada y el robusto bloque de 14 diputados unidos por la fuerza de la 4T, terminaron por conceder la razón a la propuesta gallardista de eliminar los costos de las licencias de conducir.
Sin mayor complicación, pasó pronto el dictamen de la comisión al pleno y por abrumadora mayoría se consumó la decisión a pesar de las voces que advirtieron de los riesgos de abrir un posible boquete financiero por la falta de ese 15% de los recursos que representaban las licencias a los ingresos del erario estatal.
Sólo nos queda confiar -como diría mi abuela- a la buena de Dios, en que los cálculos matemáticos de la Secretaría de Finanzas sean certeros y no terminen los ciudadanos pagando las consecuencias.