El caso de Guillermo Padrés no le correspondía y él es respetuoso de la decisión del Poder Judicial; es parte de los cambios, respondió el presidente Andrés Manuel López Obrador, al ser cuestionado sobre su intervención para que el exgobernador de Sonora llevara su proceso en libertad.
“Desde que soy presidente no he intervenido para que se castigue a nadie de manera injustificada ni he intervenido para liberar a nadie”, sostuvo durante la conferencia matutina. “Sencillamente, no era un asunto de mi competencia”.
“Es que hay, ahora sí, una división y equilibrio de poderes. Antes, el poder de los poderes era el Ejecutivo, en especial el presidente, entonces se quedó la costumbre de que el presidente era omnímodo, todopoderoso y que los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial, eran apéndices. Pero nosotros no tenemos nada que ver en eso”.
El primer mandatario remarcó que no establece redes de complicidad tras la llegada de su Gobierno y que este asunto tiene que ver con el Poder Judicial y con la actuación de las autoridades como jueces, magistrados y ministros.
“Sigue habiendo corrupción, no en el Ejecutivo, arriba en lo que a mí corresponde pueden decir lo que quieran, pero ya no hay la corrupción que imperaba durante el periodo neoliberal”, agregó.
El 2 de febrero de 2019, un juez federal decretó un acuerdo de libertad condicional por el cual el exgobernador abandonó el Reclusorio Oriente, en donde, desde el 16 de noviembre de 2016, llevaba un proceso por los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal.
López Obrador aseguró que la gente de Sonora está muy despierta y debe darse tiempo para que el gobernador entrante, Alfonso Durazo, comience a establecerse y realice los cambios que sean necesarios para asentar la Cuarta Transformación.
Con información de: Aristegui Noticias