Los constantes cambios al proyecto del Tren Maya provocaron que la obra tenga ya un sobrecosto de al menos 43 por ciento con respecto a la estimación inicial… y la cuenta sigue aumentando.
En octubre pasado, Fonatur reportó al Senado que el costo inicial de la obra era de 140 mil millones de pesos, pero ya subió a 200 mil millones de pesos.
Además, pese a la promesa del Presidente Andrés Manuel López Obrador de que la obra no iba a tirar «ni un árbol», los trabajos obligaron a talar miles de árboles próximos a áreas urbanas.
En el caso más reciente, se talaron al menos 22 mil árboles del camellón de la Carretera 307, a la altura de Playa del Carmen, donde se habían comenzado a construir columnas para la obra.
Los principales costos asociados a la ejecución del proyecto corresponden a la «superestructura de vía», así como a la adquisición de sistemas de telecomunicaciones, material rodante (locomotoras y carros de pasajeros) y construcción de estaciones.
Estos datos fueron estimados antes de confirmarse distintos cambios al proyecto, principalmente en el Tramo 5, que va de Cancún a Tulum y que implicarán gastos adicionales como la erogación de al menos mil millones de pesos para la compra de terrenos para el nuevo derecho de vía.
También se indemnizará a los propietarios de terrenos expropiados en la Riviera Maya y, de última hora, se suspendieron las obras a la altura de Playa del Carmen debido a que el Tren ya no pasará por la mancha urbana, a través de un viaducto elevado, sino a ras de tierra en un trazo por definir.
Previamente, se han hecho otras modificaciones al proyecto original. Por ejemplo, se modificó el trazo para que el Tren ya no pase por el centro de Campeche; tampoco se construirá un segundo piso panorámico a la altura de la Riviera Maya.
Inclusive, el proyecto inicial contemplaba 15 estaciones, pero a la fecha ya suma 21.
«Los indicadores muestran que el proyecto Tren Maya es socialmente rentable, pues el valor presente de los beneficios derivados del proyecto supera los costos de inversión, operación y mantenimiento del mismo», indica el «Análisis Costo-Beneficio del Tren Maya».
Aunque concluyó su factibilidad y rentabilidad, este estudio elaborado por el Gobierno federal detectó desde el principio riesgos asociados al proyecto como no poder adquirir la propiedad de terrenos donde no existe vía, aparición de fallas geológicas y hasta disputas entre constructores.
Asimismo se consideraron una «gerencia» deficiente del proyecto, errores y omisiones de diseño, insolvencia de los licitantes, errores en la ejecución, disponibilidad limitada de insumos e invasiones al derecho de vía.
La construcción del Tren ha sobrepasado el presupuesto originalmente previsto, a pesar de que se han hecho modificaciones para reducir costos y tiempo de ejecución de las obras, a fin de que el proyecto esté terminado a finales de 2023.
Con información de Heraldo de Aguascalientes