Los presidentes de 22 países latinoamericanos junto a el rey Felipe VI de España y Marcelo Rebelo de Sousa, mandatario de Portugal, arrancaron este viernes la Cumbre Iberoamericana, en Antigua ciudad colonial de Guatemala, con llamados a trabajar en el desarrollo interno y en la inclusión de los más necesitados para evitar el drama de las migraciones en condiciones inhumanas.
La XXVI Cumbre Iberoamericana se desarrolla en medio de fuertes crisis económicas y políticas, como las migraciones de miles de hondureños y venezolanos que huyen de la pobreza, la violencia y la persecución política en sus países.
El presidente hondureño Juan Orlando Hernández hizo un llamado internacional y urgente para que con la coordinación de las Naciones Unidas se atienda de manera humana y solidaria el ciclo completo del fenómeno migratorio y que se ataquen las causas estructurales.
Hernández culpó en el caso del fenómeno migratorio en su país a las crisis del café y al cambio climático que según él generaron sequías. Los migrantes hondureños dicen que huyen por los problemas de pobreza, violencia e inseguridad en su país.
El jefe de Estado español, Pedro Sánchez, resaltó que “frente a la tentación de un repliegue nacional que estamos viendo en muchas partes del mundo, de la construcción de muros, discursos xenófobos y ultranacionalistas que se escuchan… nuestra comunidad iberoamericana ofrece una alternativa de esperanza”.
Agregó que esa alternativa está basada en valores como el respeto a la diversidad y la solidaridad. El lema de la cumbre es “Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible”, y los líderes, incluyendo también el de Portugal, buscarán la implementación de mecanismos de desarrollo de la región enmarcados en la agenda 20-30 y los Objetivos de Desarrollo Inclusivo. Además, los líderes iberoamericanos centraron sus intervenciones en la necesidad de reforzar el papel de la mujer en sus países y en reducir la brecha de género.
A ese respecto Sánchez confió en que Iberoamérica se convierta en “el faro contra la desigualdad entre hombres y mujeres” y se vuelque en luchar contra el cambio climático.
Por su parte, la secretaria general iberoamericana, la costarricense Rebeca Grynspan, instó a los 22 países que asisten a la reunión a reforzar su lucha por la equidad de género y contra la violencia, a la vez que anunció la elaboración junto a ONU Mujeres de un informe que precise las barreras legales de los países que impiden el empoderamiento económico de las mujeres.
En su intervención, el rey de España hizo hincapié en la importancia de empoderar legal y económicamente a las mujeres y argumentó que Iberoamérica “no se puede entender sin las mujeres, pues somos un todo sin limitaciones ni exclusiones”.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, destacó por su parte la necesidad de implementar políticas y planes para la erradicación de la violencia de género e impulsar la igualdad entre hombres y mujeres.
“Es necesaria la promoción de la igualdad y la no discriminación contra la mujer para la prosperidad de nuestros pueblos”, señaló, a la vez que reiteró el “firme compromiso” de su nación para lograr este fin.
La XXVI Cumbre Iberoamericana que se celebró los días 15 y 16 de noviembre en un antiguo convento de la época colonial, Santo Domingo del Valle, reconvertido en hotel y que alberga varios museos.
Con información de Milenio.