Felipe Morales
El proyecto de un club denominado Real San Luis que se establecería en la capital potosina con un equipo de la categoría de Segunda División Profesional se desmorona, si es que existió realmente.
Se trata del ente, por llamarle de algún modo, que propició revuelo con la imagen de la estrella del fútbol mundial, Ronaldinho que se dejó a la imaginación de la gente y esta lo interpretó de muchas formas, con versiones tanto de aficionados como de periodistas que hablaban que el astro llegaría a San Luis en calidad de directivo o como parte del cuerpo técnico.
Sin duda la explotación de la imagen del brasileño fue una estratagema publicitara, “un gancho”, un engaño.
El proyecto tuvo un grado de credibilidad con la presencia del entrenador Raúl Arias quien afirmaba pertenecer al club y expresaba su gusto por volver a San Luis; otro ex profesional de solvencia moral: Alfredo González Tahuilán también apareció en las redes sociales del Real San Luis invitando a participar en visorias.
Visorias que se llevaron a cabo sin la presencia ni de directivos ni cuerpo técnico del equipo y que fueron desordenadas.
En sus redes sociales se invitaba a los periodistas a inscribirse en una dirección de correo electrónico para conseguir invitaciones para una rueda de prensa; el representante de Potosí Noticias lo envió el 28 de junio, y este lunes 4 de julio se recibió respuesta: “Buen día, nuestra conferencia de prensa se realizara el día miércoles de 6 de julio en punto de las 14:00 hrs” En el comunicado se afirma que se confirmó la participación del nuestro equipo, (se supone que por parte de la Liga Premier) y el proyecto se mantiene como se había planificado.
Además trascendió que el Club Atlético de San Luis no dio su anuencia para que el Real San Luis opere en San Luis Potosí, aunque esto no ha sido confirmado por el club.
Fuentes cercanas afirman que en este proyecto están o estaban personas de buen poder adquisitivo incluso propietarios de una empresa mezcalera.
Habrá que esperar la llegada del miércoles 6 para la realización de la rueda de prensa que con un sabor a misterio se está manejando, puesto que en la rúbrica del correo electrónico se puede leer: “este mail es de carácter confidencial”.