Pese a esta medida, se sabe que diversos grupos empresariales dedicados al entretenimiento estuvieron tratando de negociar para cambiar esa realidad con las autoridades locales de por medio.
No obstante, la conmemoración del incidente en Casino Royale de Monterrey (Nuevo León) ha puesto freno a cualquier avance que pudiese haber. El gobierno se ampara en la facultad federal para decisiones de esta naturaleza.
El gobierno espera revisar las licencias para evitar nuevos incidentes como el de Casino Royale
Todos los casinos que están operando en el país, grandes o pequeños, están a salvo mientras dure su licencia o concesión.
No obstante, los proyectos que estaban en marcha en fase temprana y con permisos para comenzar a operar están siendo revisados a fondo.
De hecho, ya a principios del año 2020, la Segob (Secretaría de Gobierno) revisó 31 de las últimas licencias expedidas buscando presuntas irregularidades en el otorgamiento. Algunos de esos procesos siguen abiertos, mientras que las puertas de esos casinos están cerradas.
Y eso es gracias al incidente de Casino Royale en 2011 que dejó 52 víctimas fatales. Además, el gobierno acusa que los casinos están en la mira de ciertos grupos delictivos, por lo el público puede estar en peligro mientras estas sigan operando. Abrir nuevos casinos sin controlar y revisar los que una operan sería una irresponsabilidad en términos de seguridad.
El diputado Alejandro Encina dijo que, en su momento, el gobierno no tenía las herramientas para evitar e incluso resarcir lo ocurrido. Dando a entender que revisar nuevas licencias sería lo más responsable.
Las cifras más recientes de AIEJA (Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México) revelan que en México hay cerca de 400 salas activas y más de 850 permisos, por lo que podrían activarse más del doble de las salas que ya ofrecen juegos de casino.
Todas estas licencias están repartidas entre apenas 37 grupos empresariales u organizaciones autorizadas.
Los expertos dicen que mientras no estén en total funcionamiento la mayoría de las salas de juego, el gobierno no tendrá prisa en aprobar nuevas licencias. Esa decisión está soportada en información demográfica y económica, pues busca evitar la saturación del mercado.
El casino online es la salida
A pesar de lo que significa este escenario, hay cosas para rescatar según la propia industria del juego.
Esta negativa de expedir nuevas licencias para casinos abre la puerta a otra versión de este entretenimiento: los casinos online.
Se trata de plataformas que ofrecen juegos digitales de casino para jugadores mexicanos. Las tragamonedas son el gran atractivo, pero también disponen de póker, diversas modalidades de ruleta, bingo y mucho más. Muchos de estos casinos son versiones digitales de los mismos casinos físicos con licencia para operar en México.
Incluso algunos de estos juegos cuentan con transmisión en vivo al estilo streaming, dentro de una sala de casino habilitada como estudio para brindar a los jugadores una verdadera experiencia de casino digital.
Para saber más, en https://www.onlinecasino.mx/ hay una guía completa de las salas de casino más divertidas de México. Encontrarás también información de valor como los bonos disponibles, canales de atención al público, métodos de pago y mucho más.
Sabiendo esto, es normal que los jugadores prefieran el casino en línea pues pueden jugar desde cualquier lugar y sin moverse hasta un casino, que en muchos estados están en zonas de lujo.
Además, es natural que los operadores de casino busquen en el juego por internet un refugio ante las políticas del gobierno que dejan cierta incertidumbre. Así que todos ganan.
A pesar de ser un país y un mercado tan grande, la regulación de México sobre el juego online es anticuada. En 2013 el Congreso General discutió una nueva ley pero no ha sido aprobada por el Senado. En este punto ya necesitará actualizaciones antes de salir.
Se cree que los legisladores se están tomando su tiempo para recolectar más datos sobre el mercado antes de regularlo, esto para evitar un efecto negativo en una industria de 300 millones de dólares en ganancias brutas.
Con información de Proceso