El árbol de Navidad es algo que por nada puede faltar dentro del hogar en estas fechas decembrinas, y es que su color, sus luces, la decoración y los demás elementos que lo hacen existir, dotan a la casa de magia, es la marca de que algo maravilloso se está viviendo en hogar.
El Árbol es un axis mundi, ésto es una forma de nombrar a la representación simbólica de la conexión del universo, el axis mundi es aquello que conecta al cielo y a la tierra, los reinos superiores con lo inferiores, un eje que está presente en todas las culturas del mundo y que normalmente es un lugar sagrado.
En este caso el árbol de Navidad es uno, esto se debe al origen de la tradición de poner un pino dentro del hogar.
Origen del Árbol de Navidad
El origen más aceptado de esta transición es que en el siglo VIII en Alemania, Bonifacio de Maguncia taló un roble dedicado al dios Thor en la región de Hesse y ofreció en su lugar un abeto “un árbol de paz” que representaba la vida eterna, mismo que adornó con manzanas y velas.
A partir de entonces y con la asimilación del Yule (la fiesta del solsticio de invierno) por parte de los católicos se empezaron a talar abetos durante la que ahora es Navidad para adornar las casas.
Esta tradición llegó a Finlandia en 1800, y pronto a Inglaterra (1829), y como era de esperarse al resto de Europa. Con el tiempo y por la necesidad, las manzanas y velas se transformaron en adornos y luces.
Esto va muy de la mano con el Yggdrasil, que (a pesar de ser un fresno) es el árbol que sostiene a los nueve mundos dentro de la llama mitología nórdica y que además es un axis mundi.
Sentido etimológico
Las propias palabras ya nos revelan mucho de las cosas que nombran, en esté caso, el nacimiento de un nuevo año. La sustancia del árbol es la madera, y aunque ahora tengamos abetos artificiales, la madera proviene de la misma voz indoeuropea que madre: Mater, que terminará en nuestro español en varias palabras como lo son, metrópoli, materia, madera, madre.
Todo esto tiene relación en cuanto a la materia prima, en su sentido de origen, fuente, de donde viene la vida, el árbol como parte de la naturaleza, y la madre como máxima imagen de la ‘dadora de vida’ tienen su representación en el árbol de navidad, donde el pino es la madre y los regalos la representación de los hijos.
Esto en el sentido del oikos, del hogar, pero también del cronos, el tiempo, pues que el árbol de navidad se ponga en estás fechas no es casualidad.
¿Cuándo se debe poner el árbol de navidad?
La tradición católica (que asimiló distintas costumbres) dice que el árbol de navidad se debe poner el 27 de noviembre, pues es el principio del Adviento, también es aceptado ponerlo el 18 de diciembre, que es el día de la inmaculada concepción.
¿Cuándo se quita el arbolito?
Y se debe quitar el 6 de enero, el día de los Reyes Magos, que es cuando los niños reciben sus regalos. Como podemos observar el árbol permanece en el tránsito entre un año y otro; es el repositorio de aquello que dotará de alegría y vida a la familia, así como en el pasado el mito sigue presente, quizá desacralizado, pero la madre, la madera, y la ilusión de la Navidad y su origen sigue viva y se actualiza año con año.
Con información de: Medio Tiempo