A las imágenes desesperantes de cientos de palestinos en la costa de Gaza para tratar de rescatar bolsas con ayuda arrojadas por aviones jordanos sobre el mar, o las interminables filas para conseguir cualquier cosa para comer, se sumó este jueves la reacción más brutal del Estado de Israel.
Al menos 100 palestinos fueron asesinados y 760 resultaron heridos cuando las bombas del Ejército israelí atacaron una fila kilométrica de gazatíes que aguardaban el reparto de ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza.
La oficina de medios del Gobierno de Gaza informó inicialmente que el ataque, en la calle Al Rashid, en el sureste de la ciudad de Gaza, había causado la muerte a unas 70 personas, cifra que siguió aumentando en las siguientes horas.
El Ejército israelí justificó la masacre perpetrada contra la multitud de gazatíes bajo la excusa de que esa fila de personas suponía “una amenaza” durante la distribución de alimentos que podía terminar en saqueos.
Los ataques o saqueos a camiones con ayuda humanitaria son cada vez más comunes porque Israel solo deja pasar por la frontera con Egipto a una ínfima proporción del total de 400 vehículos que según las organizaciones internacionales se necesitaría para evitar una hambruna generalizada en Gaza. Es decir, el propio Estado de Israel que devastó la franja de Gaza asesinando a más de 30.000 palestinos, destruyó viviendas e infraestructuras y somete a millones de sus habitantes a las acciones más desesperadas para no morir de hambre es el que termina bombardeando las filas de personas que esperan la ayuda que puede definir si viven un día más o mueren de inanición.
Según un comunicado del Gobierno gazatí “El ataque fue premeditado e intencionado, en el contexto del genocidio y la limpieza étnica del pueblo de la Franja de Gaza. El ejército de ocupación sabía que estas víctimas habían llegado a esta zona para obtener alimentos y ayuda, pero las mató a sangre fría”.
A Israel no le basta con los bombardeos y la ocupación sino que quiere llevar adelante una política de terror, castigo colectivo y limpieza étnica que le permita dividir y ocupar Gaza militar y políticamente, sometiendo aún más al pueblo palestino a un apartheid insoportable. Lo hizo desde el principio con el desplazamiento de millones de palestinos del norte al sur de la Franja de Gaza donde supuestamente encontrarían una “zona segura”. Sin embargo, tras destruir el norte, el Ejército israelí comenzó un ataque brutal sobre el sur, tanto en los campos de refugiados como en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto.
🚨🚨 Al menos 100 palestinos fueron asesinados y más de 700 resultaron heridos por un ataque del Ejército de Israel a una fila de personas que esperaban comida y ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza.
— Juan Andrés Gallardo (@juanagallardo1) February 29, 2024
ES GENOCIDIOhttps://t.co/rUthl4s8wt
Este jueves se elevó a más de 30.000 la cifra de palestinos y palestinas muertas por los ataques de Israel. Dentro de este número se cuentan los 81 registrados en las últimas 24 horas, pero no el centenar de personas que fueron asesinadas durante el reparto de comida, según informaciones de las autoridades.
El Gobierno de Gaza también acusó a Israel de querer “matar de hambre” a la población y afirmó que más de 700.000 personas sufren hambruna en el norte de la Franja. El Ministerio de Sanidad de Gaza confirmó el miércoles que en los últimos dos días han muerto 6 niños por malnutrición y deshidratación en el norte de la Franja.
A pesar de la política activa de los grandes medios de comunicación internacionales de borrar de sus noticias la masacre y genocidio que Israel está perpetrando en Gaza, se multiplican en el mundo el activismo y las acciones de solidaridad con la lucha del pueblo palestino. Es necesario redoblar los esfuerzos para mostrar lo que pasa en Palestina y acabar con el genocidio en curso.
Con información de: La Izquierda Diario