Guillermo Padilla de los Santos
Mientras todos miraban al cielo en la pasada luna roja decidí ir al cine y ver “Climax”, del director Gaspar Noé (“Irreversible”), aunque en ese momento no lo sabía, la peculiaridad de ese día fue el escenario perfecto para esta película que actualmente está en cartelera y que como mucho del buen cine que llega de milagro a la ciudad, está en una sola sala y con pocas funciones, si aún están a tiempo véanla en el cine, vale mucho la pena.
Desde el inicio miramos como dioses la muerte de uno de los personajes en la nieve, agonizante y perturbada. Desde ahí sabemos que esta película será distinta. Los contrapuntos narrativos forzados que utiliza el director funcionan a la perfección. Comenzamos con entrevistas en pantalla… bum! Corte a una de las mejores coreografías de baile contemporáneo llevado a pantalla para después volver a la pasividad en pantalla. Ritmo, monotonía, agresividad; flotamos, caemos y nos levantamos.
Es la traducción de lo primitivo en forma de un musical, el más terrorífico que he visto en pantalla, donde los impulsos nos llevan, no hay filtros, no hay orden, es caos en ritmo, el baile con la muerte.
De manera progresiva Gaspar Noé nos comanda a veces como dioses, a veces como parte de la fiesta, el director de manera muy peculiar como lo ha hecho en otras de sus películas nos muestra a los personajes en su parte más primitiva.
Una experiencia audiovisual única. No esperen la trama, la narrativa, la historia a la que nos malacostumbro tanto el cine norteamericano, déjense llevar y tal vez, como me ocurrió al final, salgan sintiendo que fueron parte una fiesta, las más loca de todas, respiramos, sobrevivimos…
NOTAS CINEFILAS
*Recomiendo que la vean con gente que aprecie y esté abierta a nuevas experiencias, no inviten a espectadores juiciosos, déjense llevar.
*Como comentaba, ojalá que la vean en el cine, la hipnosis de la película funciona si no tenemos distractores.
*Una película para amantes del baile, de la fiesta, y del buen cine de horror.