Mario Lárraga Delgado, diputado del Partido Encuentro Social, a empujones y con el apoyo de empleados en funciones de guaruras, huyó de los cuestionamientos de la prensa sobre las acusaciones en su contra por acoso sexual por parte de su asistente.
Es un chantaje económico, aseguró el diputado que con frecuencia en sus declaraciones ante los medios de comunicación suele recurrir a las citas bíblicas para mostrarse como un hombre recto y temeroso de Dios.
Para librarse de los graves señalamientos de exigir favores sexuales de su asistente Lucía Elizabeth García Hernández, Lárraga esta vez no recurrió a la Biblia; además le cambió la chapa de la oficina para que su denunciante no pudiera ingresar.
Al salir de la reunión de la JUCOPO, Lárraga Delgado rechazó las acusaciones y no quiso hacer más comentarios al respecto, pero con ayuda de sus asistentes comenzaron a aventar a la prensa para que se pudiera retirar.
En medio de los representantes de comunicación el diputado ya no pudo avanzar y aseguró que esta situación se trata de un chantaje económico de la trabajadora “es mentira totalmente”, al mismo tiempo personal del legislador pedía que los dejaran salir argumentando que los estaban privando de su libertad.
Los asistentes del legislador comenzaron a aventar y agredir a reporteras y reporteros cuando se fueron detrás del diputado para tratar de obtener más declaraciones sobre las acusaciones en su contra.
Las personas que agredieron e impidieron el trabajo de los representantes de los medios de comunicación rechazaron ser trabajadores del Congreso del Estado.
Marichuy en acción
La ahora activista defensora de los derechos de la mujer, Marichuy Almendáriz, que apoya a la víctima, se metió a la reunión de la JUCOPO donde se encontraba Mario Lárraga con otros diputados y comenzó el rosario de reclamos cara a cara, como se aprecia en este video: