El presidente de Corea del Sur, el conservador Yoon Suk Yeol, sorprendió el martes por la noche apareciendo por televisión para anunciar una “ley marcial de emergencia”. Una inesperada decisión que el líder surcoreano ha justificado acusando a la oposición de simpatizar con Corea del Norte, de conspirar para destituirlo, y paralizar a su Gobierno usando el control del Parlamento.
La ley marcial decretada no tiene aparente relación directa con una amenaza inminente del vecino del Norte. Se trata de una batalla política interna. Yoon ha culpado a la oposición de intentar una rebelión, en complot con Pyongyang, para derrocarlo.
Durante su anuncio televisado, Yoon ha prometido “erradicar a las fuerzas pronorcoreanas y proteger el orden democrático constitucional”. El líder también vinculó a la oposición con “actividades antiestatales”. Todavía no está claro cómo afectará este estado de emergencia, la primera vez que se declara desde 1980, y que puede afectar a los derechos civiles de la población y a la gobernanza del país.
Apoyándose en la ley marcial, que otorga poderes extraordinarios al Ejecutivo, Yoon, en un movimiento más propio de su vecino autoritario, intenta saltar el bloqueo de la oposición en el Parlamento.
La agencia de noticias Yonhap ha citado a militares surcoreanos -las fuerzas armadas quedan a disposición del Gobierno- explicando que las actividades legislativas quedarán paralizadas y que los medios estarían bajo el control de un “comando de la ley marcial”. La ley marcial también prohíbe las protestas públicas. La puerta del Parlamento, según han informado los medios locales, ha sido bloqueada por los militares.
“Para salvaguardar a una Corea del Sur liberal de las amenazas planteadas por las fuerzas comunistas de Corea del Norte y eliminar los elementos antiestatales, por la presente declaro la ley marcial de emergencia”, dijo Yoon. “Esta es una medida ineludible para garantizar la libertad y la seguridad del pueblo, así como garantizar la sostenibilidad de la nación frente al malestar provocado por estos elementos subversivos y antiestatales”.
Horas después del anuncio, muchos residentes de Seúl se acercaron a los alrededores de la Asamblea Nacional para protestar contra la ley marcial decretada.
Yoon (63 años), del Partido del Poder Popular (PPP), lleva más de dos años y medio al frente de la democracia asiática, desde que ganó las elecciones por un estrecho margen al entonces gobernante Partido Democrático de Corea (DPK), de corte liberal.
Según Yonhap, el líder del DPK, Lee Jae-myung, ha manifestado este martes que la declaración de la ley marcial es inconstitucional y que será bloqueada por los grupos de la oposición, que tienen mayoría en el Parlamento. “Tanques, vehículos blindados que transportan a las tropas y soldados con pistolas y cuchillos gobernarán el país”, soltó Lee.
Los medios surcoreanos señalan que el índice de aprobación de Yoon se ha desplomado en los últimos meses, mientras que la oposición ha paralizado sus proyectos de ley para los presupuestos del año que viene.
“La Asamblea Nacional [el Parlamento] también ha recortado por completo los presupuestos esenciales para las operaciones nacionales, la prevención de delitos relacionados con las drogas y la seguridad pública, socavando las funciones básicas del Estado”, añadió el presidente en su comparecencia. “Esto ha dejado a nuestros ciudadanos en un estado de caos, con la nación convertida en un paraíso para las drogas y la seguridad pública en declive”.
Sus rivales políticos han apretado este año a Yoon sacando a la luz varios escándalos en torno a la figura de la primera dama, la empresaria Kim Keon-hee, acusada de inflar su curriculum, de plagiar su tesis doctoral y de aceptar como regalo un bolso de Dior. La agencia anticorrupción dijo entonces que investigaría todas las acusaciones contra Kim, quien ya fue señalaba por otra investigación de corrupción por supuestas manipulaciones de los precios de las acciones de Deutsch Motors, un concesionario de automóviles BMW, entre 2009 y 2012.
La llegada al poder de Yoon provocó una ruptura con la apuesta del anterior presidente, Moon Jae-in, de calmar las tensiones con Pyongyang. En estos años, el líder ha estrechado una sólida alianza militar con Estados Unidos para hacer frente a las amenazas nucleares del régimen de Kim Jong-un.
Yoon pasó 27 años como fiscal estatal y jugó un papel principal para destapar los casos de corrupción que mandaron a prisión a dos ex presidentes.
Con información de: El Mundo