La Secretaría de Cultura de San Luis Potosí invita a la conferencia sobre la Virgen de la Soledad que se llevará a cabo en el Museo del Virreinato, con motivo de la actual exposición temporal Mater Dolorosa: Iconografía y Religiosidad, este jueves 30 de mayo a las 19:00 horas, por el curador de la exposición, Marco Antonio Villa Salazar, entrada libre.
La devoción a los dolores de la Virgen nació en la Edad Media y asumió al menos tres variantes: la Virgen Dolorosa contempla al Niño, por lo general dormido, y sufre anticipadamente por su Pasión; en la Piedad, María sostiene a su hijo recién desclavado de la cruz; y en la Virgen de los Dolores o de las Angustias, aparece con espadas clavadas en el pecho o el corazón, como representación de sus sufrimientos. En el siglo XIII estos sufrimientos eran cinco y con el tiempo se multiplicaron hasta ciento cincuenta; finalmente quedaron determinados en siete, representados con puñales, aunque no hubo unanimidad en cuanto a los pasajes de la vida de Jesús que los causaron (Trens, 1946).
La Virgen de la Soledad surgió como fruto de la piedad y el sentimiento popular y se refiere a la soledad experimentada por María desde la muerte de su hijo hasta su Resurrección. Aparece generalmente sentada, triste y en actitud de meditación. Resulta notable que frente a la abundante triste y en actitud de meditación. Resulta notable que, frente a la abundante producción de imágenes pictóricas, marianas, fueran menos comunes las que muestran a María sufriendo, si bien la Dolorosa y la Piedad atrajeron seguidores y se establecieron algunos templos en su nombre. En Nueva España se conocen algunas obras del siglo XVII que representan el sufrimiento de María, como las realizadas por Juan Correa y Cristóbal de Villalpando; en la primera, la Virgen está arrodillada junto a la cruz, y en la segunda tiene una espada en el pecho. En el siglo XVIII, Juan Patricio Morlete Ruiz, Miguel Cabrera, Miguel Jerónimo Zendejas y José de Páez pintaron versiones de la Piedad bastante estereotipadas.