Legisladores de parte y parte se culparon mutuamente por la violencia en las protestas del fin de semana en Hong Kong.
Miembros pro-oficialistas del Consejo Legislativo condenaron a los manifestantes que bloquearon calles, lanzaron bombas incendiarias y agredieron a policías.
“Uno puede tener diferentes opiniones sobre el gobierno, pero la violencia es otra cosa. Si aceptamos la violencia, será la ruina de nuestra ciudad”, declaró Starry Lee, presidenta de la Alianza Democrática para el Mejoramiento y Progreso de Hong Kong.
Legisladores pro-democracia respondieron que el gobierno y la policía deben asumir su responsabilidad. El gobierno, por presentar la ley de extradición que desató las protestas, y la policía por la manera en que implementa la ley sobre opositores.
Kwok Ka-ki, miembro del Partido Cívico, culpó a la gobernante Carrie Lam. Señaló que la propuesta de Lam de crear una comisión de diálogo es una táctica dilatoria, y no un intento serio de resolver el conflicto.
“Ella es quien debe asumir toda la responsabilidad, y ahora ella quiere evadir la responsabilidad y desviar la atención hacia su supuesta plataforma”, denunció Ka-ki.
Las marchas en su mayoría fueron pacíficas, pero un núcleo irrumpió en violencia. Argumentan que las marchas pacíficas no son suficientes para obligar al gobierno a responder. La policía dispersó a la multitud con gases lacrimógenos y arrestó a más de 50 personas.
El movimiento tiene cinco demandas, entre ellas la realización de elecciones democráticas y que se investiguen denuncias de maltrato policial.
Con información de EFE.