Al inicio del sexenio carrerista la propaganda oficial vendió la creación de la fiscalía anticorrupción como una acción de vanguardia, y con la designación de Jorge Vera Noyola como titular, pronto se dio al traste con las buenas intenciones.
A propuesta del gobernador Carreras, Vera fue aprobado por la pasada legislatura, una de las más vilipendiadas de la historia y con diversas denuncias de corrupción en proceso, su elección fue vista por diversos sectores como una tomadura de pelo del gobernador Carreras.
Fue su curriculum el que lo descalificó para ocupar el cargo: dos veces diputado local y secretario general del Partido Conciencia Popular, un membrete familiar; contralor de la alcaldesa Labastida que renunció antes de que se hundiera el barco, y subsecretario de enlace institucional del gobierno estatal, salió bendecido para combatir la corrupción.
La Canaco, la Coparmex, Ciudadanos Observando y otras organizaciones expusieron que su designación no era garantía de independencia e imparcialidad, sus nexos con Carreras lo inhabilitaban, nadie les hizo caso.
Y todo se enredó, la participación ciudadana en un comité se volvió un interminable estira y afloja, ahora intentan de nuevo recomponer las cosas, demasiado tarde para ser creíble, el sistema estatal anticorrupción fue diseñado precisamente para que no funcionara.
Si la corrupción es uno de los principales problemas del país, en el estado se reporta con cabal salud, la regla no escrita es que al cambio de sexenio suceden algunas detenciones: Marcelo de los Santos encarceló a varios funcionarios de Silva Nieto, a su vez Fernando Toranzo hizo lo propio con colaboradores del contador panista, y el doctor Carreras ya no siguió la tradición, saldo blanco.
El nombramiento de Vera Noyola trasciende este sexenio, su periodo es hasta el 2025, estaría todo el primer trienio del próximo gobierno estatal, una herencia incómoda, a menos que se instruya a la próxima legislatura para echarlo con una jugosa liquidación de por medio para evitar un costoso litigio.
Por lo que resta del sexenio seguirá el juego de Vera, se trabaja en las denuncias presentadas, se les da seguimiento, no se pueden dar detalles por la secrecía obligatoria, todas se resolverán…
LA FURIA DE UN “ANARQUISTA” DE BLANCO
La marcha capitalina en memoria de la matanza de estudiantes en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, la primera que se realiza en el sexenio de AMLO, no se diferenció mucho de las anteriores cuando gobernaba el PRI o el PAN, los “anarquistas” siempre han aparecido y ahora se intentó contenerlos con cordones de paz, de nada sirvieron, hicieron su desmadre como hace unos días en la marcha del aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, hasta grafitearon el mismísimo Palacio Nacional.
Los “anarquistas” del pasado, que eran utilizados por el viejo régimen para empañar las marchas del 2 de octubre, hoy son los emisarios del conservadurismo que buscan provocar la represión del gobierno de la #4T, no se les considera una genuina expresión opositora; y no se les detiene porque, se argumenta, se les respeta el derecho de libre manifestación aunque dañen la propiedad ajena y agredan a periodistas y policías.
En el siguiente video se ve a un “anarquista” atípico, vestido de blanco, destruyendo un anuncio publicitario, desde su visión un símbolo de la opresión capitalista, hasta la chancla se le zafó; es uno de los tantos videos que se han viralizado esta tarde de la conmemoración de los 51 años de la matanza de Tlatelolco, mientras que el senil Luis Echeverría en su casa de San Jerónimo se va a dormir sin mortificaciones, salvó al país de la intromisión comunista. [Javier Padrón].