El hijo desobediente del foxismo, ha vuelto a las andadas. La renuncia de Felipe Calderón Hinojosa al partido de toda su vida tras el triunfo de Marko Cortes por la dirigencia nacional, ha colocado al PAN al borde del abismo.
De por sí el PAN ya estaba pulverizado tras los comicios del 1º de julio, fragmentado desde antes con el divisionismo y confrontación de diversas corrientes y grupos como ocurre en San Luis Potosí por los escasos espacios de poder que detentan.
El destape de la famosa “ecuación corrupta”, que fue concebida en el seno de la dirigencia estatal de Xavier Azuara para hacer un ajuste de cuentas interno, le resultó más caro al propio PAN que a los otros partidos involucrados.
Felipe Calderón es noticia nacional por su renuncia porque no le favoreció el resultado de la elección del presidente del CEN, ha desatado diversas reacciones tanto al interior del partido como fuera, por su anuncio de crear un nuevo partido al lado de su esposa Margarita Zavala.
El padre de Felipe, Luis Calderón Vega, un intelectual michoacano reconocido y respetado en su época, también renunció al PAN en 1981, año en el que Felipe se afilió al partido.
Tras la victoria de Marko Cortés en la elección interna para la presidencia del PAN, el expresidente Felipe Calderón reiteró que los intereses de una “camarilla” han perjudicado al blanquiazul, por lo cual, con su salida de ese partido buscará crear un partido que se rija por la justicia, la libertad y la democracia.
A poco más de dos meses del plazo para el registro de una nueva organización política, explicó en una entrevista realizada por Pascal Beltrán del Río, de Excélsior, que es necesario que el país cuente con un partido que sea un instrumento como lo fue en su momento el PAN, en el que la participación ciudadana y la de los jóvenes sean primordiales.