La sonda china Chang’e 4 comenzó a realizar investigaciones científicas programadas por distintos países en la cara oculta de la Luna, adonde llegó con éxito por primera vez en la historia el pasado día 3 de enero.
La Administración Nacional del Espacio de China (ANEC) informó que se pusieron en funcionamiento el detector de radiación de neutrones, diseñado por Alemania y que está a bordo del módulo lunar, así como el detector de átomos neutros, desarrollado por Suecia y que está en el vehículo explorador.
La información que estos aparatos consigan recopilar se enviará a la Tierra a través del satélite Queqiao —que actúa de pantalla entre la cara oculta de la Luna y los centros de control terrestres— y será objeto de estudio de científicos tanto chinos como de otras nacionalidades, indicó la ANEC.
Además, la Chang’e 4 transporta un aparato de medición de radio de baja frecuencia desarrollado por científicos holandeses, así como una fuente de calor de radioisótopos, creado en colaboración entre China y Rusia.
Esta última ayudará a que la sonda china soporte las frías noches lunares, de una duración de 14 días terrestres durante las que la temperatura puede caer hasta los -180 grados centígrados.
La sonda Chang’e 4 está compuesta por un módulo de alunizaje y un vehículo explorador, que fue bautizado Yutu 2 (en la mitología china, Yutu significa “conejo de jade”, la mascota de Chang’e, una diosa que vive en la Luna).
Chang’e 4 tardó poco menos de un mes en llegar a su objetivo: fue lanzada el pasado 8 de diciembre, entrando en órbita lunar cuatro días después y efectuando su alunizaje el pasado días 3.
El programa Chang’e comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007, y desde entonces se han llevado cuatro aparatos más al único satélite de la Tierra.
El objetivo final de este programa es una misión tripulada a la Luna, aunque no se ha fijado la fecha y algunos expertos la sitúan en torno a 2036.
Con información de Milenio.