En los 95 años de existencia de la liga de futbol americano profesional en Estados Unidos (1920), que desde 1922 conocemos como NFL (National Football League), 15 mexicanos han logrado ser parte de algún equipo, pero solo dos han logrado ganar el Supertazón creado en 1967, y únicamente uno tiene entre sus galardones un anillo de oro blanco, diamantes y grabado con el nombre del conjunto vencedor sin lanzar un ovoide.
Se llama Jorge Berry y está en una de las posiciones más difíciles: desde el micrófono.
Nació en la Ciudad de México “hace muchos años”. Por su padre que era estadunidense y por estudiar en el Colegio Americano “la cultura gringa se le metió más rápido”. En los sesenta fundó junto con sus “cuates” de la colonia Del Valle la banda Pop Music Team, “incluso llegamos a tocar con el Three Souls in my Mind”.
Fue en 1973 cuando cambió la música por el periodismo, oficio del que, dice, solo la muerte lo podrá retirar. SUPER BOWL XVIII (22 de enero de 1984, Tampa Stadium, Florida), Barry Manilow canta el Himno Nacional. El árbitro central es Gene Barth. Asistencia: 72 mil 920. Costo por anuncio de 30 segundos: 368 mil dólares. PRIMER CUARTO: Los Ángeles Raiders toman ventaja sobre los Washington Redskins después de que Dan Jensen bloquea un despeje de Jeff Hayes, recupera y lleva el ovoide hasta la zona de anotación.
¿Alguna vez jugó el deporte de las tacleadas? Un poco en el colegio, pero en ese tiempo no había ligas y aunque me gustaba mucho, lo dejé por el beisbol y ahí me quedé un buen rato. Sin embargo, por mi padre seguí el americano desde chiquito y para cuando llegué a Televisa, como ese deporte no estaba tan popularizado, yo traía bastante información y eso me sirvió para entrar.
¿Cómo llega a la televisora? Le pedí trabajo a don Eduardo Orvañanos, el tío de Raúl, que en ese entonces narraba beis en el programa 8 en el 8, eran así 8 horas de deportes los sábados, cuando ya estaba hecha la fusión entre Telesistema Mexicano y el Canal Independiente 8. ¿Qué le dijo para que lo contratara? Más bien él me preguntó qué sabía. Le comenté: “de lo que me aviente”.
Le hacía falta gente que hablara de americano, nadie lo manejaba, ¡y el primer día me aventó al aire!, sacaron un resumen de la temporada anterior, más o menos supe lo que estaba viendo, y lo narré al lado de Jaime Almeida, que también es como yo, le ha hecho a todo.
¿Cómo le fue en su primera temporada como narrador oficial? Hice una sola temporada con los viejos, como Sergio Lara Mejía y (Salvador) El Sapo Mendiola. Para la segunda temporada llegaron a Televisa Fernando Von Rossum y Víctor Serratos, yo me seguí con ellos. Pero también narré beis, empecé con Jorge Sonny Alarcón y Eduardo Orvañanos; Pedro El Mago Septién aún no estaba en Televisa, compartimos el micrófono tres o cuatro años después. Trabajé también con Enrique Llanes y Enrique Kerlegand. SEGUNDO CUARTO: Cliff Branch atrapa un pase de 12 yardas, lanzado por Jim Plunkett, anota y pone el juego 14-0. Los Redskins descuentan con gol de campo de 24 yardas de Mark Moseley, pero Jack Squirek intercepta un pase de Joe Theismann y tras correr 5 yardas anota para los ahora “angelinos”.
¿Aprendió algo de ellos? Por supuesto, por ejemplo, a El Mago ser un caballero, era un tipo fuera de serie. Se me pasaba don Fernando Marcos, con él transmitimos el Mundial de Argentina y le aprendí mucho, era un hombre que sabía cantidad. Pero la talacha de la noticia indudablemente se la aprendí a Jacobo Zabludovsky, que era y es aula, maestro, todo junto, me enseñó este oficio y no solo a mí, sino a la profesión en general, es casi casi el que inventó cómo hacer noticias en televisión aquí, él es, desde luego, el número uno.
¿Qué tal era trabajar con Von Rossum y Serratos? Muy divertido, de las cosas que más se acuerdan de mí es el lunes en la noche que mataron a John Lennon (8 de diciembre de 1980), ¡di la noticia en pleno Monday Night!
¿Cómo se enteró? La escuché por el audio que nos llegaba de Estados Unidos; la doy y a los cinco minutos, en un corte, entra Jacobo furioso al estudio y me reclama: “¡Qué te pasa, de dónde sacas esa nota!”. Le contesté: “No me están engañando los narradores de Estados Unidos”. Se enojó… pero porque se la gané, que no se haga. También trabajó en la antigua Imevisión, hoy Tv Azteca… Así es. En aquel entonces Televisa, que tenía contratos con las cadenas gringas NBC y ABC, transmitía un año el Supertazón, y al siguiente ellos, que tenían los derechos de la CBS. Allá estaba Pepe Espinosa, que en paz descanse, era un tipazo; también Sergio Lara y sigue Joaquín Castillo.
En mi brevísimo paso por Imevisión narré un par de partidos de los odiados Vaqueros de Dallas junto con ellos, y hasta alcancé a hacer dos o tres Depor tv. MEDIO TIEMPO: Espectáculo de Salute to Superstars of the Silver Screen, de las bandas de la Universidad de Florida y Florida State University.
¿Por qué salió de ahí? Cosas que pasan. Pero de ahí me fui a Los Ángeles, duré siete años y pico en el Canal 34, era un canal muy chiquito, así que debía hacerle de todo y fue cuando empecé con noticias generales, además de los deportes. Fue cuando su vida cambió… ¡Y que lo digas! Los Raiders se acababan de cambiar de Oakland a Los Ángeles, y se enteraron que tenía experiencia de narrar americano en México, me localizaron y Al Davis, el gerente general, me ofreció narrar los partidos en español de la franquicia, ¡casualmente el equipo al que yo le iba! Comencé en la temporada de 1982, estuve con ellos como cinco años narrando sus juegos en casa y viajando con ellos como parte del equipo.
¿Cómo veía al equipo? Éramos fuertes, el coach era Tom Flores. Teníamos a Jim Plunkett de quarterback, a Marcus Allen de running back, Howie Long de defensivo, etcétera, muy buenos jugadores, un equipazo, los malos tiempos empezaron después de eso. ¿Con quién hizo amistad? Tom Flores fue uno de mis cuatachos, siempre me llamaba. Era Tomás Flores y para la comunidad hispana un idolazo, por lo que lo contrataban para hacer comerciales, ¡pero no hablaba nada de español!, y siempre me llamaba para que lo acompañara ¡y lo coucheara!, porque no sabía ni qué ni cómo decir las cosas.
También me hice cuate de Howie, un tipo muy inteligente, por eso ahora le va muy bien en la televisión, muy preparado, sabe de todos los deportes, de beis sabe un carro; en realidad, en los aviones de eso platicábamos más.
¿Qué tal los viajes con el equipo? Los Raiders nunca han sido especialmente conocidos por su disciplina, así que siempre que había viaje al este de Estados Unidos nos íbamos desde el viernes y el juego era el domingo, así que la noche de nuestra llegada en el hotel que nos hospedaban, se armaban unas… ¡muy interesantes!”.
¿También lo hicieron cuando jugaron y ganaron el Supertazón de 1984? La semana anterior al Supertazón se vive la tensión, todo mundo quiere ganar, todos saben que es un escaparate, los va a ver medio mundo y no agarran la fiesta, en la temporada regular sí, pero antes del juego más importante de sus vidas, jamás. Se portan bien, pues les conviene, ahí es donde hay millones de dólares en juego, es lo que van a usar la temporada siguiente cuando renegocien sus contratos.
TERCER CUARTO: John Riggins con una carrera de una yarda, tras bloquear una patada de despeje, acerca a Washington, pero Marcus Allen, con una corrida de cinco yardas primero y con un acarreo de 74 yardas (nueva marca en un Supertazón) anota. Y no solo los jugadores de Raiders se llevaron su anillo, usted también… ¡Claro!, y soy el único mexicano que lo tiene como narrador.
¿Qué le dijeron cuando se lo dieron? Como ya sabes, la noche del juego les dan el trofeo Vince Lombardi y después la liga manda a hacer los anillos con el escudo del equipo. Resulta que cuatro meses después de ese gran día, como a dos o tres semanas de abrir el campo para la siguiente temporada, citaron a una cena, yo iba con mi esposa de ese entonces, y de repente empezaron a nombrar a la gente para darles sus anillos, ¡y en eso que escucho el mío! Sentí bien bonito, me hacía sentir parte del equipo.
A mi esposa le dieron su collar también de diamantes, porque a las esposas de todos también les toca. Con el anillo ya es parte de la historia de los Raiders… Así es, y como miembro del equipo hay muchas canonjías, por ejemplo, por ahí de febrero o marzo de ese año, me invitaron para ser juez en la selección de las porristas de la siguiente temporada. Que si podía, me preguntaron. Y les dije: “Chingao, a ver cómo le hago, pero yo sí voy…”, ¡y claro que fui!
¿Cuántos Supertazones ha narrado? Tuve suerte porque los que me tocaron fueron los tres que ganó Raiders, los dos primeros con Televisa y el tercero ya como parte de la franquicia.
¿Es difícil narrar un juego del equipo al que uno le va? Es sumamente difícil, para bien y para mal. En alguna ocasión Al Davis se enojó conmigo. Él no sabía español y contrató a Gil Hernández solo para que le tradujera lo que yo decía, en una de esas dije que estábamos jugando basura ¡y bolas, me cayó encima!, me dijo que le bajara.
¿Por qué no dejó la chamba? Yo estaba muy enojado por cómo estábamos jugando, y la verdad es que Al era un señorón. Muchos años después, en un partido de la NFL en el estadio Azteca, vinieron los Raiders y Davis con ellos. Tenía como siete u ocho años de que ya me había regresado a México, pero como 10 o 12 de no trabajar con la franquicia ni verlos.
Fui al coctel de prensa y cuando me vio me dijo: “You are Raider, where do I know you?” (¿De dónde te conozco?) Le comenté que se acordara cuando yo trabajé con ellos y me contestó: “Sure, you are the game trash” (Seguro, tú eres el del juego basura)”. Así que no terminaron enojados… Para nada, estuvimos platicando tan a gusto que le pregunté por qué no traía los anillos de Supertazón que tanto le gustaba ponerse, y tampoco ninguno de los jugadores que lo habían ganado y seguían en el equipo, y me dice: “Nos dijeron que no trajéramos joyas porque aquí asaltan”.
¡Mi México lindo y querido!, ¿por qué? ¿Usted usa seguido su anillo de Supertazón? No, lo tengo guardado, es uno de mis tesoros, pero te puedo decir que después de la temporada de ganar el Supertazón, los jugadores llevaban sus anillos a las giras y yo igual. Un día estábamos en un bar y pues siempre pululan admiradoras. Una de ellas me veía la cara y el anillo, se acercó y me preguntó: “¿Eres pateador?” ¡Pues claro, uno chaparrito, por supuesto que decían “no, pues este güey no puede ser”.
Estuve hasta 1987 en la franquicia. CUARTO CUARTO: Chris Bahr, con gol de campo de 21 yardas, pone el marcado 38-9 a favor de Raiders, el cual ya no cambia. El jugador más valioso es Marcus Allen, que corrió 191 yardas en 20 acarreos, récord para un Supertazón. A 30 años de recibir el anillo, además del juego, ¿qué recuerdos le trae]? Muchos, muy bonitos, una época, una parte de mi vida hermosa.
En el año del Supertazón nació mi primera hija, orgullo profesional, es el testimonio de que llegué a un lugar importante en esa área, es más gratificante tener un anillo de Supertazón, pero es difícil evaluar recuerdos. Por ejemplo, tengo el anillo, pero no lo puedo comparar con la experiencia de las Torres Gemelas, son distintas, gratificantes ambas, una trágica, la otra no. En ese sentido, hábleme de lo que ha sido para usted inmiscuirse más en información general… Ha sido excelente.
Las Torres Gemelas se me cayeron en vivo, estaba al aire, a medio noticiario, y a las 24 horas ya reportaba desde Nueva York. La Guerra de los Balcanes, los funerales de la Princesa Diana, la guerra en Irlanda del Norte, la visita del Papa a Cuba, la entrega de Hong Kong de la Gran Bretaña a China, viajar en el avión del Presidente de México, conocer por dentro el Palacio de Bukingham y el Palacio Real de Japón, haber visto a la reina Isabel en vivo, ver a los emperadores de Japón, el de la Ciudad Prohibida en China, son privilegiado de este oficio.
Con información de Milenio y Jorge Almazán