Después de una áspera confrontación que se agudizó cuando “Juntos Haremos Historia” arrasó en las pasadas elecciones y se repartieron el pastel del poder, con lo que se hizo evidente la falta de acuerdos que derivó en el incumplimiento de las promesas de austeridad y una agenda de izquierda sólida y viable, las bancadas de Morena, PT y el solitario del PES limaron asperezas entre sí y en particular con el delegado federal Gabino Morales Mendoza.
Este jueves 21 aparecieron en una conferencia de prensa casi todos los integrantes de la coalición para mostrar unidad y fuerza, para culpar a los medios y “agentes externos” de todos los males que los aquejan, como si las denuncias de militantes contra Gabino en la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena (que lo sancionó al menos en dos ocasiones) y en la Fiscalía General del Estado, no tuvieran fundamento o no existieran.
El que se dio vuelo con un discurso trasnochado, con arengas tipo Luis Echeverría, de fantasmas y conspiraciones, fue Lárraga, títere de mafias priistas que tienen bajo su control al evangelista-masónico Partido Encuentro Social.
Sin dar una explicación, en la conferencia no estuvieron las diputadas Marite Hernández, Rosa Zúñiga Luna y Consuelo Carmona, por lo que la unidad cacareada no es total, si fue un acto tan importante para la coalición a ellas les valió un cacahuate, dirán, para guardar las formas, que fue “por problemas de agenda”.
¿De dónde vino la línea conciliadora para poner fin a la lucha interna? Se asegura que fue una combinación de factores nacionales y locales, por un lado, la embestida derechosa en contra del presidente AMLO, y por otro, el desgaste anticipado de la figura del “superdelegado” Gabino que lo puso en el aire; de esta situación se señala que el responsable es el prinavismo que busca desplazarlo del cargo para poner a un navista o priista que allane el camino de la sucesión del 2021.
El fondo del pacto de unidad está por ventilarse, ya que no todos estuvieron de acuerdo, no es sincero, persiste la falsedad y el artificio declarativo, se impuso el poder del dinero, el ofrecimiento de empleos y más prebendas.
El que obtiene mayores beneficios con ese pacto es Gabino, porque a las denuncias en su contra se les hace a un lado, se les considera sin sustento y como parte de una guerra sucia, y se afianza en el cargo.
Logró lo que parecía imposible, fumar la pipa de la paz con Pedro Carrizales “El Mijis”. En todo pacto cada parte da algo a cambio.
Trascendió que el principal representante de la Cuarta Transformación en el estado ofreció empleos federales a los recomendados que le manden las y los diputados de Morena, PT y PES; de manera adicional, se incrementará el monto que recibe cada diputado para el pago de asesores, si ahora son 60 mil pesos se espera que les den 80 mil pesos.
El diputado más emocionado con estas prebendas fue nada menos que el más humilde de todos: “El Mijis”, tiene mucha prole y amigos por acomodar en el sector público. El poder, la fama y los medios le hicieron perder el piso, el lucro es su nueva religión.
Otro acuerdo hecho en lo oscurito como todo lo pactado, fue la salida de la oficial mayor del Congreso del Estado, la agrónoma Marcelina Oviedo, fuente de conflictos políticos y legales por no reunir los requisitos para ocupar el cargo. [Javier Padrón]