Un dispositivo para combatir el glaucoma está siendo desarrollado por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con la Fundación Markoptic, que controla la presión intraocular.
Se trata de una microválvula y su diseño está inspirado en una válvula del motor de combustión interna de un avión.
Con más de seis años de investigación, los especialistas trabajan en el perfeccionamiento de la tecnología. Consta de tres elementos: un cuerpo de válvula (chasis) que controla la presión intraocular llevando el humor acuoso hacia el exterior, un elemento móvil y un resorte que se encarga de ejecutar el accionamiento de la válvula.
De acuerdo a UNAM Global, cuando su resistencia se ve superada, permite expulsar el humor acuoso desde el interior al exterior del ojo eliminando el exceso mediante un conducto interno.
Gallardo Inzunza, uno de los participantes en el proyecto y quien padeció glaucoma de nacimiento y perdió la vista hace 13 años, relató el surgimiento de este desarrollo.
“Se me ocurrió que ese aparato para hacer funcionar un motor de gasolina, podía servir para expulsar el humor acuoso y controlar la presión de un ojo, a través de un flujo constante de líquido controlado por el mismo resorte que tiene la válvula de admisión de ese motor de gasolina”, comentó.
Para concretar su idea y llevarla a cabo, el abogado sinaloense buscó a investigadores de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde lograron el apoyo del Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia (LaNSBioDyT).
El equipo universitario está a cargo de Mathieu Hautefeuille y Diego Zamarrón Hernández, experto técnico responsable de servicios del Laboratorio de Micro y Nanotecnología, quienes trabajan desde hace un año para concretar este proyecto.
Zamarrón Hernández enfatizó que la idea del dispositivo es regular la salida de líquido, pero el diseño final es de un milímetro de tamaño, tiene el grosor de una pestaña, por lo que es difícil fabricarlo con métodos convencionales.
El LaNSBioDyT cuenta con una máquina para generar estructura con detalles y precisión nanométricas y, por tanto, se puede realizar la caracterización del material para la fabricación, determinar sus propiedades metálicas y técnicas para generar la válvula.
En el Laboratorio de Micro y Nanotecnología trabajan para replicar la fisiología humana del ojo y desarrollan un modelo de córnea artificial que les permita simular las características de un ojo enfermo, generar la diferencia de presiones, probar las válvulas en el modelo e identificar problemas que podrían presentarse.
Con información de Milenio.