Marcela Loyola
La candidata a la dirigencia nacional del PRI, Ivonne Ortega Pacheco, reconoció que si Alejandro Moreno Cárdenas, ‘Alito’, gana la presidencia del PRI, el partido será un satélite de Morena, pero confió en que la militancia le dé un voto de confianza sobre todo los potosinos, y aseguró que el partido saldrá unido y con posibilidades reales para las próximas elecciones.
Ortega Pacheco visitó en el estado los municipios de Rioverde y Ciudad Valles para reunirse con la militancia, y la capital del estado para participar en un evento, donde lamentó que se inscribieran siete para competir y solo dos estén participando, que lo que se busca es un PRI de puertas abiertas.
Reiteró que durante esta contienda interna no hará proselitismo en Coahuila, debido a las amenazas del exgobernador Rubén Moreira Valdez, contra quien ya se presentó una denuncia penal y rechazó que estas denuncias sólo sean para hacerse publicidad.
La exgobernadora de Yucatán lamentó que se le esté atacando por ser madre soltera, ya que Moreira Valdez la amenazó con lanzar una encuesta donde se preguntaba quién era el papa de su hijo.
Indicó que pese a la adversidad que se enfrenta en esta elección, seguirá recorriendo el país y haciendo reuniones pequeñas con la militancia, y no eventos grandes con acarreados, lo que busca es escuchar a la militancia para saber qué tipo de partido quiere.
“En esta elección no elegirá una pequeña cúpula, ya que la militancia es más consciente y saben que de ganar Alejandro Moreno, entregarían al partido a Andrés Manuel López Obrador, ya que es su candidato como el del expresidente de la república, Enrique Peña Nieto.
Adelantó que han estado haciendo algunas impugnaciones, como es el exceso en gastos y en el caso de Coahuila que se investigue el evento que hubo, al cual convocaron funcionarios públicos, y piden que mejor se separen del cargo para que puedan hacer campaña.
La candidata a la dirigencia del PRI manifestó que el partido saldrá unido de este proceso, ya que el que está perdiendo adeptos es Morena porque en la elección a la Presidencia hubo una participación de más del 60 por ciento y en la última sólo votó el 37 por ciento de los electores, ya que están decepcionados del partido en el gobierno.