Cuando un hombre vestido de soldado apareció el domingo a bordo de una “patineta voladora· sobre el desfile militar del Día de la Bastilla en París, nadie esperaba que fuera un intento de vender el invento a las Fuerzas Armadas de Francia.
De hecho, se creía que era un avance presentado por los militares franceses.
Con un fusil descargado en la mano el inventor, el excampeón mundial de motociclismo acuático, el francés Franky Zapata, robó la atención mundial y en concreto del presidente Emmanuel Macron, de la canciller alemana Angela Merkel y otros jefes de gobierno invitados.
Con su breve vuelo, Zapata quitó protagonismo a las protestas de los “chalecos amarillos” y recordó al mundo la existencia del flyboard.
Zapata, un atleta “extremo” de 40 años de edad patrocinado por una bebida energética, presentó su creación a principios de 2017, mientras realizaba “pruebas exhaustivas”.
Para marzo de 2018, la “patineta voladora” era descrita como “una mezcla de Segway, tabla flotante y avión a reacción. El Flyboard Air está considerado como el sistema de avión personal más seguro, fácil, ligero y maniobrable jamás creado”.
La ministra francesa de Defensa, Florence Parly, anunció que sería sometido a pruebas.
Capaz de alcanzar velocidades de hasta 190 K/h y una autonomía de vuelo de diez minutos, el flyboard podría ser puesta a prueba el 25 de julio cuando Zapata se propone cruzar el canal de la Mancha –entre Francia y Gran Bretaña– en el 110 aniversario de que lo hiciera un primitivo avión pilotado por el pionero Louis Bleriot.
Zapata emplea turbinas para dar al Flyboard Air el empuje necesario. La relación peso/potencia es 10 veces mejor que otras fuentes de energía y ofrece mil caballos (de fuerza).
Inspirada en la “patineta voladora” usada por Marty McFly en la película Regreso al Futuro II de 1989, Zapata dice en su página web que el sistema convierte de manera muy eficaz la energía química en empuje.
Otra idea es la plataforma voladora usada por el villano Green goblin en El Hombre Araña. En lo práctico, los diseños se han basado en “mochilas” equipadas con propulsores de reacción ensayadas por la NASA como medio de transportación.
El más reciente experimento por un empresario, en 2016, protagonizo un vuelo de cinco minutos alrededor de la Estatua de la Libertad en Nueva York.
Por El Heraldo de México.