La ex directora del FMI, Christine Lagarde, definió este miércoles algunas de las prioridades que tendrá al frente del Banco Central Europeo (BCE), entre ellas impulsar la economía en la zona euro y llevar la inflación por debajo o cerca del 2.0%.
En su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo para defender su designación como presidente del BCE, la ex ministra francesa de Finanzas recordó algunos aspectos de su experiencia profesional e hizo un balance de los logros del Banco y los desafíos en la eurozona.
La ex directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que un buen liderazgo no se trata solo de establecer prioridades, si no de escuchar todas las voces, consejos de expertos y fomentar la diversidad de pensamiento para mejorar su diversidad e impulsar estrategias.
“En el FMI trabajé estrechamente con nuestros economistas para producir decisiones basadas en evidencia y basadas en datos, y escuché atentamente al personal para desarrollar una visión común y moderna del trabajo del FMI… Estos son los mismos valores que promovería si fuera confirmada como presidente del BCE”, indicó.
La abogada recordó que la economía en los países miembros de la zona del euro se enfrenta a algunos riesgos a corto plazo, principalmente relacionados con factores externos, y la inflación se mantiene persistentemente por debajo del objetivo del BCE.
“Por lo tanto, estoy de acuerdo con la opinión del Consejo de Gobierno de que se garantiza una postura política muy acomodaticia durante un período prolongado de tiempo para que la inflación vuelva a ser ‘inferior o cercana al 2.0%”, subrayó.
Lagarde, quien se perfila para para convertirse en la primera mujer en presidir el BCE a partir del próximo 1 de noviembre, cuando el italiano Mario Draghi concluye su mandato, dijo que se necesitan mejorar la comprensión de la dinámica de la inflación, hacer un balance de nuevos instrumentos y otras políticas no convencionales.
Además de reflexionar sobre si sus marcos de política monetaria son lo suficientemente sólidos para los desafíos futuros. “Mi objetivo será asegurar que el BCE participe en tales reflexiones con una mente abierta y dedicación”, apuntó la ex ministra francesa.
“Los bancos centrales se enfrentan cada vez más a nuevos tipos de desafíos, en particular relacionados con el cambio climático, el impacto disruptivo del cambio tecnológico y la posible fragmentación del orden multilateral actual. Aquí considero crucial que la política monetaria sea prospectiva”, añadió.
Destacó que la efectividad de la política monetaria depende de la capacidad de recuperación del sistema financiero, por lo que el papel del BCE en la estabilidad financiera será significativa para enfrentar los desafíos y las nuevas responsabilidades para la política macroprudencial.
La Supervisión Bancaria Europea, apuntó, ha hecho un trabajo efectivo al fortalecer los amortiguadores de capital y reducir los riesgos en los balances de los bancos. Los índices Common Equity Tier 1 han aumentado del 11.0% a fines de 2014, cuando comenzó la supervisión europea, al 14.0% en 2018.
“No obstante, quedan una serie de desafíos. Tanto la unión bancaria como la unión de los mercados de capitales deben completarse para fomentar un mayor reparto privado de riesgos en la zona del euro y ampliar el acceso a la financiación”, señaló.
En opinión de la candidata a la presidencia del BCE, los bancos centrales y los supervisores deben garantizar la seguridad del sector financiero, pero también estar abiertos a las oportunidades que brinda el cambio.
“En el caso de las nuevas tecnologías, incluidas las monedas digitales, eso significa estar alerta a los riesgos en términos de estabilidad financiera, privacidad o actividades delictivas, y garantizar que exista una regulación adecuada para dirigir la tecnología hacia el bien público. Pero también reconocer los beneficios sociales más amplios de la innovación y darles espacio para desarrollarse”, explicó.
La eficacia de la política monetaria puede mejorarse mediante políticas nacionales y europeas apropiadas y con la confianza del público, indicó, tras subrayar que los bancos centrales también pueden desempeñar un papel clave en el mantenimiento de la cooperación mundial.
A corto plazo, Lagarde también buscará concluir la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad, poner en funcionamiento el respaldo del Fondo Único de Resolución y establecer un Instrumento Presupuestario escalable para la Competitividad y la Convergencia.
“El BCE debe ser entendido por los mercados que transmiten su política, pero también debe ser entendido por las personas a las que sirve en última instancia. La gente necesita saber que es su banco central y que está haciendo política con sus intereses en el corazón. Una de las prioridades de mi Presidencia, si se confirma, será reforzar ese puente con el público”, apuntó.
Con información de Notimex.