Es probable que Júpiter sea el rey del sistema solar, pero Saturno tiene un séquito mayor. El lunes, los astrónomos anunciaron que han descubierto 20 lunas más alrededor de Saturno, lo que le da al planeta un total de 82 lunas: un número mayor que cualquier otro planeta del sistema solar. El enorme hallazgo llega justo un poco más de un año después de que los astrónomos hayan anunciado 12 lunas nuevas que orbitan a Júpiter, pero, según los últimos descubrimientos, la comitiva de Saturno supera a los 79 satélites naturales conocidos de Júpiter.
Juntos, estos grupos de relativamente pequeñas lunas podrían ayudar a los astrónomos a entender mejor las muchas colisiones que tuvieron lugar en el sistema solar primitivo, y podrían proporcionar nuevos y propicios destinos de sobrevuelo para las misiones futuras a los gigantes gaseosos.
“Una de las cosas más apasionantes sobre estas lunas exteriores es que siempre va a haber misiones en marcha”, señala Scott Sheppard, astrónomo del Instituto para la Ciencia Carnegie, quien codescubrió las nuevas lunas de los planetas. Incluso ahora, hay misiones a Júpiter y a Saturno en proceso: Europa Clipper de la NASA; Dragonfly mission de la NASA; y JUICE mission de la Agencia Espacial Europea.
“Hay tantas de estas lunas ahora que está casi garantizado que, sea cual sea el lugar donde la nave espacial ingrese al entorno de Júpiter o Saturno, habrá una de estas lunas en algún lugar cerca”, menciona Sheppard.
¿Agente del caos?
Las nuevas lunas de Saturno son todas de alrededor de 5 kilómetros de ancho. Y son tan poco visibles que caen justo en el límite de detección del telescopio Subaru, una instalación en la cima del volcán Mauna Kea en Hawái que se utiliza para su descubrimiento.
Esta es la razón por la que este hallazgo estuvo en desarrollo por más de una década. Desde 2004 hasta 2007, Sheppard y sus colegas usaron a Subaru para obtener una mirada extremadamente cercana del área alrededor de Saturno en búsqueda de lunas todavía no descubiertas. Aunque sí vieron algunos interesantes puntos de luz, lucharon por probar que esos agujeritos estaban, ciertamente, orbitando Saturno.
“Siempre he tenido eso en mente”, reconoce Sheppard. Pero ahora, las nuevas técnicas de computadora han hecho que sea mucho más fácil analizar el valor de varios años de imágenes telescópicas y descubrir los lazos entre ellas. Cuando Sheppard repitió la información, las imágenes confirmaron que 20 puntos de luz trazaban órbitas alrededor de Saturno.
Diecisiete de las nuevas lunas orbitan en la dirección opuesta de la rotación de Saturno. Cada una de estas lunas “retrógradas” tarda más de tres años en trazar una órbita. Las otras tres lunas orbitan a Saturno en la misma dirección que la rotación del planeta. Dos de estas lunas “prógradas” tardan, aproximadamente, dos años en finalizar una órbita, mientras que la tercera tarda más de tres años en rodear a Saturno.
Estas recientemente descubiertas lunas se inscriben dentro de los grupos previamente conocidos de satélites de Júpiter; cada uno denominado así por los gigantes mitológicos. Basado en sus direcciones orbitales, las distancias desde Saturno y las inclinaciones de sus órbitas con respecto al gigante gaseoso, las lunas retrógradas encajan en el grupo Norse. Las dos lunas prógradas que están más cerca encajan dentro del grupo Inuit, mientras que la que está más distante encaja dentro del grupo Gallic.
Sheppard y sus colegas creen que cada uno de estos cúmulos lunares se formó de un cuerpo matriz distinto que Saturno capturó en los primeros días del sistema solar. Luego, en un juego de coches de choque celestial, las colisiones dividieron los cuerpos matrices con el transcurso del tiempo, generando las lunas fragmentadas que vemos hoy.
“Creemos que estas lunas, básicamente, nos están mostrando cuán caótico era el sistema solar en un pasado muy distante”, reflexiona Sheppard. “Básicamente todo fue golpeado, y estas lunas son lo que quedó de ese proceso”.
Todavía ninguna de las 20 lunas tiene nombre oficial, Sheppard y sus colegas han invitado al público a que les envíen sugerencias en un concurso que finalizará el 6 de diciembre.
‘Un sueño hecho realidad’
Es probable que los telescopios de la próxima generación, como el Telescopio Gigante de Magallanes que se está construyendo en Chile, encuentren aún más lunas rodeando a los gigantes gaseosos del sistema solar. Sheppard dice que, actualmente, nuestros mejores telescopios no pueden detectar a las lunas alrededor de Júpiter cuyo diámetro es menor a 1,6 kilómetros o lunas de Saturno cuyo diámetro es menor a 5 kilómetros. Objetos aún más grandes podrían estar merodeando alrededor de Urano y Neptuno.
“Aquellas se encuentran tan lejos que solo sabemos los límites para Urano de 32 kilómetros de tamaño o para Neptuno de alrededor de 48 kilómetros de tamaño”, señala Sheppard.
Si hay más objetos pequeños y distantes por encontrar, Sheppard está más que listo para el desafío. Junto al astrónomo Chad Trujillo, previamente codescubrió un objeto extremadamente distante con una órbita que podría ser tirada por un inadvertido “Planeta Nueve” en la periferia del sistema solar. En 2018, cohalló al objeto más distante que jamás se haya visto en nuestro sistema solar: una masa amorfa congelada denominada Farout que está cien veces más lejos de lo que la Tierra está del Sol. Y solo unos meses después, él y sus colegas batieron su propio récord al encontrar un objeto aún más distante denominado Farfarout.
Los descubrimientos lunares de Sheppard tienen un tinte personal. Cuando tenía 12 años, recibió una revista de ciencias para niños que tenía una lista de todos los planetas y lunas conocidos, y puso esas páginas en la pared de su habitación.
“Ser capaz de completar ese diagrama cada vez más es, básicamente, un sueño hecho realidad”, cuenta.
Por National Geographic.