Después de una gestión controvertida como delegado de la Cruz Roja, Óscar Segura Rodríguez fue cesado por la dirección nacional de la institución.
En su lugar fue designado un viejo conocido que no canta tan mal las rancheras, Jesús Ernesto de la Maza, quien ya fue delegado antes que Segura, él mismo lo puso y en los últimos años se dedicó a la política en el impresentable Partido Nueva Alianza.
En la misma Cruz Roja aseguran que De la Maza se arrepintió de haber dejado a Segura y ahora regresa para limpiar el desorden del que se siente culpable.
De la Ciudad de México llegó un enviado con la encomienda de darle las gracias a Segura, quien se sorprendió por la decisión que no se esperaba y montó en cólera, se resistía a aceptar que se acabó su tiempo en la delegación.
El emisario llegó acompañado de un fedatario local para levantar un acta de la situación en que se encuentra la delegación en términos administrativos y financieros.
Segura está bajo sospecha de haber incurrido en diversas irregularidades en el manejo de la delegación, de otra manera no se explica el cese fulminante sin previo aviso.
Otro de los factores que influyó en su salida, fue su actitud reacia de llegar a un acuerdo con el constructor del Centro Universitario de la Salud, Óscar Abelardo Pérez Castillo, quien interpuso una demanda de 6 millones de pesos que fue creciendo hasta llegar hasta un monto muy gravoso.
Falta esperar el resultado de la auditoría en proceso para ver cómo sale Segura.
EL PAN Y LA AVESTRUZ
La encuesta de “Ciudades más habitables 2019”, levantada por Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) del zedillista Liébano Sáenz, en la que reprobó el alcalde Xavier Nava y por extensión su gabinete, prendió los “focos rojos” en la administración capitalina.
El futuro político de Jorge Lozano, Victoria Labastida, Mario García y Ricardo Gallardo se consumió en la alcaldía y ya no dieron para más, es en este espejo de derrota y decepción ciudadana donde se debe ver el alcalde Nava para no seguir el destino de sus antecesores y romper el maleficio.
Más allá de recordar que GCE erró en vaticinar el triunfo de Gallardo para descalificar la encuesta, Nava tiene la oportunidad de hacer los ajustes necesarios en las áreas en las que se está fallando, remover a los directores que no están cumpliendo y hacen quedar mal a Nava y al mismo PAN.
Si Nava quiere perfilar su proyecto del 2021 tiene muchas tareas por realizar, cambiar la negativa percepción ciudadana sobre su administración con buenos servicios municipales.
El que de plano le hizo como avestruz, esconder la cabeza, para eludir el impacto negativo de la encuesta reprobatoria, fue el PAN, prefirió colgarse de la denuncia del PRI de Ciudad Valles en contra del alcalde Adrián Esper -por sus comentarios misóginos de mujeres priistas que se atrevieron a cuestionarlo en las redes sociales- y mandó boletines de prensa criticando a Esper.
Aunque no quiera el PAN, la encuesta de GCE le afecta en todos los sentidos, es una administración panista encabezada por un alcalde independiente, si el PAN ganó la elección y después perdió la alcaldía por la falta de militantes en los puestos clave de la administración, es otro cantar. [Javier Padrón].