Jorge Ramírez Pardo
El cinematógrafo está en su cumpleaños 125.
Los filmes gradualmente han congregado a otras artes. El cine inició con lenguaje teatral, y pronto incorporó a sus realizaciones música, literatura, pintura y danza.
El baile y la danza, de manera recurrente están presentes en el cine. En destacados ejemplos son parte fundamental de películas; en musicales (Cantando bajo la lluvia, 1952, de Gene Kelly y Stanley Donen; Jesucristo superestrella, 1973 de Norman Jewison; La la land, 2017, de Damien Chazelle), en semblanzas de creadores o intérpretes dancísticos (Isadora, 1968, de Karen Reisz, El cisne negro, 2011, de Darren Aronofsky) o en óperas adaptadas al cine.
El español Carlos Saura ha dedicado especial atención a bailes hispanos (El amor brujo, 1986; Sevillanas, 1992; Flamenco, 1995; Jota, 2016). Tiene además una singular versión de la ópera Carmen, 1983.
En el cine mexicano merece lugar especial el género de rumberas, o piezas tan entrañables como la película Danzón, 1991, de María Novaro.
La danza contemporánea o post moderna tiene un lugar aparte. Hay registros documentales, pero sobresale en el tema una película, hibrido entre documental y ficción, “Pina”, realizada entre 2009 y 2010 por el director Win Wenders. Es una conjunción plena de danzateatro con cine.
La germana universal ausente/presente
Pina Bausch (1940-2009), la más destacada bailarina y coreógrafa alemana de las últimas décadas, llamó la atención con sus composiciones dancísticas a su amigo por más de 20 años, Win Wenders, director de cine.
Win destaca por sus películas de ficción (Alicia en las ciudades, 1974; El amigo americano, 1977; París, Texas, 1984; por mencionar algunas). A Win también se le reconoce por sus películas documentales (Buenavista social club, 1999; La sal de la tierra, 2014).
Atraído por el trabajo de Pina, Wenders realizó un estudio acucioso del trabajo de Pina para realizar una película documental en torno a la trayectoria de la bailarina y con fragmentos, adaptados para su muestra en el lenguaje del cine, de sus más destacadas coreografías de la técnica danzateatro inventada por ella.
De pronto, durante el transcurso de la filmación, sucedió algo inesperado… Pina falleció. Win Wenders se vio afectado por ello en lo laboral y emocional. Paró el proyecto cuando ya tenía significativo avance. Sin embargo, los integrantes de la compañía de danza contemporánea de Pina Bausch lo motivaron a seguir adelante y contribuyeron a rescatar la película.
El resultado es el film Pina, una de las piezas fílmicas más significativas y originales de cine en torno a la danza.
El resultado en pantalla
Al inicio del film, aparece en el escenario una mujer semidesnuda quien hace referencia a las cuatro estaciones el año, asignando a cada una gestualidad fonomímica. Cuando ella se retira por la derecha, en sentido contrario, irrumpen en el escenario hombres y mujeres con elegante vestuario urbano; desfilan rítmicos y alegres mientras realizan una coreografía rutinaria evocando con música y canto elemental las estaciones del año con la fonomimia ya mencionada.
Quienes desfilan, son los integrantes de la compañía de danza/teatro Tanzthater Wuppertal formada Pina Bausch. Ellos aparecen durante la película, representando, en conjunto, fragmentos de algunas de las más destacadas coreografías de la multicitada Pina, y dan testimonios individuales respecto al significado e influencia de Pina en su trayectoria como bailarin@s.
La película fluye con soltura. Combina búsquedas formales de alta tecnología contemporánea con formas de cine primigenio. Esto es, carece de diálogos y, por contra, tiene notable riqueza visual en cuanto emplazamientos, movimientos de cámara y acopio de representaciones coreográficas en escenario convencional, espacios urbanos y floresta.
Coreografías en la película
La consagración de la primavera (1975), sobre la célebre música de Igor Stravinsky
Café Müller (1978), su trabajo más conocido, definido como una pieza melancólica en la que los bailarines interpretan la sensibilidad humana en un escenario repleto de sillas y mesas que actúan como obstáculos.
Ambas coreografías ejemplifican la búsqueda de la perfección del cuerpo humano a través del movimiento, a veces mesurado y cargado de “ethos”, otras veces descontrolado en la búsqueda del “pathos.
Die Klage der Kaiserin (1990), filme cuyo guion y dirección son de Pina, también está presente en la película de Wenders
Viene al caso agregar lo siguiente lo siguiente. Pina es el personaje Lherimia en la película E la nave va (1983) de Federico Fellini; y en Hable con ella (2002) de Pedro Almodóvar es bailarina protagonista del Café Müller.
Opinión de analistas
Branhunter.- El cine asciende a la categoría de arte (contemporáneo). Wim Wenders consigue crear una gran película apoyándose en ese universo misterioso y mágico de la gran Pina Bausch… Denominarle documental es decir muy poco sobre la película. Logra trascender y sobrepasar los límites a tal etiqueta: drama, comedia, experimental, cine performativo… Vemos, pues, otro de los grandes logros de la película que es conjugar todos esos elementos para darnos una pieza totalmente hipnótica.
Caith Sith.- Si te gusta el ballet, o el trabajo de la señora Bausch, vas a disfrutarlo como pocas cosas. En caso contrario al menos te queda un ejercicio cinematográfico digno y tremendamente valioso, …. Es imposible quedar completamente indiferente a la propuesta, lo cual lo convierte en una recomendación directa.
Branhunter.- Asistiremos así a una exhibición de danza absolutamente sensacional, con fragmentos perfectamente seleccionados de las mejores obras de Pina…, lo hace prestando mucha atención al lenguaje de Pina, para que lo apreciemos y para que lo entendamos, por lo que el director muestra aquí una sensibilidad extraordinaria.
Semblanza de Pina
Pina Bausch, mujer de aspecto sencillo, cálida, etérea pero de gran disciplina, redefinió la danza moderna y la llevó a la dimensión multidisciplinaria de arte contemporáneo; no fue un acto sólo intelectual, sino espontáneo e íntimo (https://loff.it).
Ella casi nunca daba indicaciones, comentan para la película, los integrantes de su compañía; pero una sola observación era cabal para desarrollar un ejercicio.
Hizo de la danza, un quehacer colectivo, y perfomático (esto es lo que se denomina ahora performance o instalación visual de arte efímero); a partir de preguntas hechas a los bailarines, propiciaba responder con búsquedas coreográficas grupales cargadas de emocionalidad, espejo de la vida urbana contemporánea.
En 1973 se puso a la cabeza del Tanztheater Wuppertal. Desarrolló un lenguaje corporal propio y se convirtió en el principal referente de la danza contemporánea a nivel mundial.
Con el diseñador polaco Rolf Borzik, su marido y estrecho colaborador (quien fallecería en 1980 a los 35 años), desarrolló propuestas performáticas alejadas de la danza clásica, y consolidó la danzateatro.
Su propuesta de danza teatro
El trabajo de Pina Bausch tiene raíces en la danza expresionista alemana; encarnando sentimientos de angustia humana existencial, anomia y disociación. Todos sus trabajos comparten similitudes esenciales: ausencia de argumento, del sentido convencional de la progresión en escena y de referencias a lugares geográficos específicos.
Sin embargo, según su biógrafo Johannes Birringer, la obra de Bausch tiene “una gran atmósfera de humor malvado, un patrón de tantalización romántica y humillación”. Su trabajo se basa en la creación de breves episodios de diálogo y acción a menudo centrados en situaciones surrealistas, en el uso del cuerpo y en las relaciones entre este, el escenario y el vestuario.
Su danza teatro provoca emociones, desacraliza situaciones e interroga a los espectadores.
También es fuera de lo común y al margen de la representación escénica, el hecho de que sus bailarines “de apariencia y perspectiva madura”, suelen permanecer varios lustros como integrantes de su compañía Danzateatro. La mayoría de los integrantes, al momento de filmar la película, tenían 20 años o más dentro de la agrupación.