Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, informó que sólo 14 por ciento de las personas que han muerto por coronavirus en México, no tenían ninguna de las comorbilidades o factores de riesgo identificados que podrían complicar la enfermedad.
Durante la conferencia vespertina de la Secretaría de Salud, el funcionario afirmó que se ha identificado que de las 41 mil 908 personas que han muerto por coronavirus, 5 mil 869, 14 por ciento del total, no formaban parte de la población de riesgo, que son mujeres embarazadas o personas mayores de 65 años; ni tenían comorbilidades.
Agregó que 11 mil 715 personas que murieron, 28 por ciento, tenían sólo una comorbilidad; mientras que 10 mil 900, 26 por ciento, tenían dos enfermedades y la mayoría, 13 mil 424, 32 por ciento, tenían tres o más enfermedades crónico-degenerativas.
“Muchas de estas enfermedades van de la mano y es frecuente tener al mismo individuo que además de tener obesidad tiene diabetes o hipertensión”, puntualizó.
López Ridaura afirmó que 73 por ciento de las personas que murieron en México por covid-19 tenían alguna comorbilidad, de las cuales 67 por ciento tenían Diabetes, hipertensión, Obesidad o enfermedades cardiovasculares.
Dijo que 17 por ciento de los 370 mil 712 contagios que se han presentado hasta este jueves tenían hipertensión y respecto al total de defunciones en el país, 43 por ciento padecían esta enfermedad.
En tanto, 17 por ciento del total de contagios que se han confirmado en México y 38 por ciento del total de las personas que han muerto padecían esta enfermedad.
Mientras que 18 por ciento de todas las personas que han contraído covid-19 en México tenían obesidad; mientras que 25 por ciento de las muertes por coronavirus padecían este mal.
“Una cosa importante de esto es que son datos del estudio epidemiológico, que son datos que se recolectan de vigilancia epidemiológica, muchas de estas enfermedades no son conocidas por los pacientes o sus familiares.
“Estas asociaciones que se generan podrían estar subestimadas, porque si estudiáramos a todos los individuos para ver si tienen niveles de presión o azúcar elevado, estas estimaciones podrían ser mayores”, comentó el funcionario.
Por Milenio