Felipe Morales
La comunidad deportiva de San Luis Potosí recuerda la memoria de Héctor Hernández Malabhear, patrocinador tanto de eventos, como de atletas, a quienes respaldó para el logro de sus sueños.
Fue uno de los mecenas históricos del deporte en la entidad que aportó beneficios tanto por su generosidad y porque la solvencia de su negocio lo permitía.
“Café y Nieve” era el restaurante que permaneció durante décadas, ubicado al final de la Avenida Carranza, propiedad de Don Héctor, su cuartel general.
¿Ya comiste? Era lo primero que cuestionaba a aquél deportista u organizador de eventos que acudía al lugar a pedirle ayuda; el solicitante salía con el apoyo requerido y bien comido.
Amante de los deportes, muy joven se animó a participar pese a su frágil complexión en la lucha libre, pero el deporte de sus amores fue el ciclismo a tal grado que no se puede mencionar a la disciplina del pedal sin incluir el nombre de Héctor Hernández, como fundador y corredor del equipo Cherry Tokio, así como cultivando amistad con los ases de entonces: “Zapopan” Romero, Mauricio Mata, Felipe “Tigrillo” Liñán, entre otros.
Dirigente de la Asociación de Ciclismo, además ocupó una diputación y fue secretario de Deportes del Partido Revolucionario Institucional, así como coordinador de deportes del Ayuntamiento capitalino y en una ocasión director del Comité Organizador de la Copa Gobernador de futbol.