El exmandatario Evo Morales retornó el jueves a la ciudad de La Paz, la capital política de Bolivia, y visitó al mandatario Luis Arce en el Palacio Presidencial a más de un año de renunciar a la presidencia.
En su calidad de jefe del partido el Movimiento Al Socialismo (MAS), Morales ingresó por la puerta de Palacio acompañado de otros dirigentes de su agrupación.
Arce y el vicepresidente David Choquehuanca se reunieron con el exmandatario.
Morales escribió en su cuenta de Twitter que el encuentro fue para “el fortalecimiento de nuestro movimiento político, el más grande de la historia boliviana” con miras a las elecciones de alcaldes y gobernadores, entre otras autoridades regionales.
El exmandatario, que gobernó el país por casi 14 años, fue recibido por la mañana por decenas de sus partidarios en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, donde le organizaron un acto de bienvenida en el que Morales sólo se refirió a temas partidarios y no a la situación política del país.
“Todos tenemos que estar unidos, exdirigentes, exrepresentantes, dando prioridad a las nuevas generaciones” para hacerle frente a la oposición en las elecciones subnacionales de marzo, expresó Morales.
“La mejor forma de cuidar el gobierno del presidente Lucho es ganando todas las alcaldías a nivel departamental y nacional”, agregó.
Su llegada también generó criticas. El representante del Comité Nacional por la Defensa de la Democracia (Conade), Manuel Morales, expresó que el expresidente busca ejercer presión a la gestión de Arce y constituir “un gobierno en la sombra”.
“La frase gobierno en la sombra a veces se ha utilizado en otros lugares para explicar el fenómeno de un gobierno detrás de otro gobierno, parece que Evo Morales pretende construir eso y empezar a tomas algunas decisiones”, sostuvo.
Arce ha mostrado cierto distanciamiento de las actividades de su mentor. El expresidente aún desata sentimientos encontrados por lo que sus desplazamientos son cuidadosos y planificados. Desde su retorno se ha mostrado más conciliador, ha evitado a la prensa y sólo aparece en reuniones políticas.
El exgobernante retornó al país el 9 de noviembre después de estar exiliado en Argentina desde diciembre de 2019. Un mes antes estuvo asilado en México tras renunciar en medio de fuertes protestas contra un supuesto fraude electoral que dejaron 36 muertos.
Posteriormente asumió el cargo de presidenta interina la senadora opositora Jeanine Áñez, cuyo gobierno denunció a Morales por terrorismo y sedición, entre otros delitos, pero tras las recientes elecciones presidenciales en las que ganó Arce, exministro de Morales, la justicia anuló una orden de aprehensión en su contra dándole vía libre al exmandatario para que retornara al país.
Con información de: Milenio