El petróleo subió este martes a su mayor nivel en más de seis años después de que una ‘amarga’ lucha entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos sumiera a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) en una crisis y bloqueara un aumento de la oferta.
El crudo West Texas Intermediate subió a 76.98 dólares el barril, su mayor nivel desde noviembre de 2014, debido a que la ruptura de las conversaciones dejó al mercado sin los suministros adicionales para el próximo mes con los que había estado contando.
Lo que suceda a continuación determinará si el enfrentamiento podría convertirse en un conflicto tan destructivo como la ‘guerra de precios’ del año pasado.
Lo que está en juego es la estabilidad de la recuperación económica mundial en medio de crecientes presiones inflacionarias y la capacidad de la alianza de productores para retener el control, que tanto le costó ganar, sobre el mercado del petróleo.
Con la temporada de conducción de vacaciones en Estados Unidos en marcha y los precios de la gasolina ya por encima de los US$3 el galón, visto como un umbral sensible para los automovilistas, el temor de que los eventos pudieran escalar más era evidente, y la Casa Blanca instaba a un consenso.
Una reunión que terminó mal
Después de varios días de tensas charlas, la OPEP+ rompió su reunión del lunes. Un desacuerdo sobre como medir los recortes de producción dio un vuelco a un acuerdo tentativo para impulsar la producción y rápidamente se deterioró en una disputa inusualmente personal y pública entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
La última vez que esos dos países se enfrentaron por la política petrolera, en diciembre de 2020, Emiratos Árabes Unidos planteó la idea de abandonar la organización. Esa disputa terminó en una tregua, pero la ruptura de las negociaciones esta vez fue tan severa que el grupo ni siquiera pudo acordar una fecha para su próxima reunión.
La consecuencia inmediata del colapso de las conversaciones es que el aumento de producción esperado para agosto no tendrá lugar, lo que dejará la oferta por debajo de los barriles que el mercado necesita justo cuando la economía mundial se recupera de la pandemia.
Este martes, la estatal Saudi Aramco aumentó los precios de su crudo ligero árabe y el de otras calidades para agosto.
A mediano plazo, la división podría tener el efecto contrario, haciendo que los precios bajen a medida que los países compiten por una posición y comienzan a bombear más. La probabilidad de que esto ocurra es baja, dijo Staunovo.
Presión del consumidor
“No queremos una guerra de precios”, subrayó el ministro de Petróleo de Irak, Ihsan Abdul Jabbar. “Y no queremos que los precios del petróleo suban más allá de los niveles actuales”.
Los principales consumidores también estaban prestando atención al fracaso en las negociaciones de la OPEP. En cuestión de horas, la Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó al grupo a actuar en conjunto. Los aumentos de precios de Saudi Aramco para los clientes estadounidenses fueron mucho menores que los de los compradores en Asia.
La Casa Blanca está “siguiendo de cerca las negociaciones de la OPEP+ y su impacto en la recuperación económica mundial”, dijo un portavoz. “Los funcionarios de la Administración se han comprometido con las capitales relevantes para impulsar una solución de consenso que permita avanzar en los aumentos de producción propuestos”.
En este sentido, los estadounidenses pueden encontrar aliados dentro de la agrupación.
La OPEP+ ya ha estado agregando algunos de los suministros de crudo que recortó el año pasado en las etapas iniciales de la pandemia. La coalición de 23 naciones decidió agregar alrededor de 2 millones de barriles por día al mercado de mayo a julio, y la pregunta que tenían los ministros el lunes era si continuar agregando suministros en los próximos meses.
Los propios datos de la OPEP muestran que los inventarios del petróleo que alguna vez tuvieron superávit han vuelto a niveles promedio a medida que continúa la recuperación en el consumo de combustible. La demanda en el segundo semestre será 5 millones de barriles diarios más alta que en los primeros seis meses del año, dijo el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, la semana pasada.
Con información de El Financiero