El sacerdote Mateo Calvillo Paz, de la Arquidiócesis de Morelia, denunció una agresión en su contra, la cual atribuyó a “sicarios”, por lo que hizo el alertamiento de este ataque a través de una carta dirigida a medios de comunicación.
“Las cosas sucedieron en tres minutos, fue un ataque profesional: me bloquearon el carro, me agredieron a golpes, el agresor debió ser un sicario”.
“Me agredieron a golpes, el agresor debió ser un sicario. Aunque no me presentó su credencial”, detalló el sacerdote en el texto.
La agresión ocurrió cuando viajaba por las calles del municipio de Queréndaro, Michoacán, cuando un sujeto al que describió de estatura alta, moreno, con entradas en el pelo, “tenía en los puños un arma, se dirigió a mí, abrió la portezuela de mi auto, me destrozó la cara, dejándola con hemorragias terribles”.
El texto que emitió el clérigo lo acompañó con una imagen suya en la que aparece con visibles lesiones en la cara.
El sacerdote afirmó que este ataque ya lo había “presentido”, al mismo tiempo que aseguró que le salió “muy barato”, al recordar el caso de los padres jesuitas Javier Campos Morales, “El Gallo” y Joaquín César Mora Salazar “El Morita” quienes fueron asesinados en el templo de Cerocahui el pasado 20 de junio, cuando protegieron a Pedro Palma, guía de turistas, quien también fue asesinado.
Por ello, Mateo Calvillo Paz instó a “ser conscientes y estar preparados, estudiar nuestra reacción, una equivocación puede ser mortal. Me salió muy barato si pienso en la suerte de los hermanos jesuitas asesinados y en tantas muertes y masacres”.
Con información de: Expansión