Actualización: Aerospace Corporation ha dado a conocer que se espera el reingreso el 31 de julio, el cohete no se quemará en la atmósfera y aproximadamente entre el 20 y 40% de su masa puede llegar a la Tierra. Además, de momento hay una probabilidad “distinta de cero” que los escombros aterricen en un área poblada, pero aún no pueden determinar la zona exacta donde caerán.
China ha logrado acoplar con éxito el segundo módulo a su estación espacial Tiangong el 24 de julio, un proceso que duró aproximadamente 13 horas, pero ahora la primera etapa del propulsor que lo llevó a la órbita, un cohete Long March 5B de 57 metros y 21 toneladas métricas, se encuentra cayendo de vuelta a la Tierra de forma descontrolada.
Esta es la tercera vez que el país opta por no utilizar un sistema para dirigir la etapa, pues ya lo había hecho en 2020 y 2021, y de momento los rastreadores de desechos espaciales no pueden determinar el lugar donde finalmente impactará.
De acuerdo con Jonathan McDowell, un rastreador de este tipo de eventos del Centro de Astrofísica Hardvard- Smithsonian, los datos orbitales del Comando Espacial de Estados Unidos apuntan que el cohete se encuentra flotando libremente, al no ser desorbitado activamente.
Por lo pronto el ejército de los Estados Unidos no ha emitido ninguna alerta, ni por el Comando Espacial o por el Escuadrón de Defensa Espacial, mismo que rastrea las reentradas de este tipo de objetos. Tampoco Aerospace Corporation, que también da información sobre los vehículos grandes hechos por humano que reingresan, ha dado a conocer ningún dato al respecto.
El argumento general para no dar alertas sobre este tipo de eventos es que el riesgo de víctimas por la caída de etapas de cohete es increíblemente bajo, pero en este caso cambia el nivel de peligro al ser un propulsor más grande que el promedio.
El peligro latente en el espacio
Recordemos que apenas hace un par de semanas se dio a conocer un estudio que señalaba el problema potencial en solamente una década para algunos países (entre ellos México) si se seguía utilizando vehículos que cayeran sin control de regreso a la Tierra, pues creaban “riesgos innecesarios“.
De momento el peligro de que se generen víctimas por el reingreso de un cohete se encuentra en 1 en 10,000, aunque en el futuro esto puede cambiar, principalmente por el aumento de lanzamientos comerciales y de nuevas intenciones de misiones espaciales.
A pesar de que varios países si están trabajando activamente tanto en la eliminación de desechos o en el control de las distintas etapas para regresarlas de forma segura a la Tierra, el caso de China es diferente.
Esto es principalmente por que el país trabaja de forma independiente en el espacio y la NASA no puede participar en actividades bilaterales con China o con empresas de su propiedad. Además, el país ya ha defendido este tipo de reingresos descontrolados, incluso donde el Ministerio de Relaciones Exteriores ha dicho que la probabilidad de que causen problemas “es extremadamente baja“.
Con información de Xataka