«Algunas estrellas guardan lo mejor para el final», dice la NASA. A partir de las observaciones recientes del Telescopio James Webb, un equipo internacional de astrónomos registró la etapa final de la vida de una estrella lejana, perteneciente al sistema NGC-3132, conocido informalmente como la ‘Nebulosa del Anillo Sur’.
A unos 2 mil 500 años luz de distancia, es la primera estrella que el observatorio espacial captura en su rango visible. La fotografía que devolvió el equipo, después de procesarla con diferentes filtros colores, se asemeja a una célula que explota. Este fenómeno podría entenderse como el epílogo de una vida milenaria, de interacción con otros cuerpos celestes y radiación cósmica. Cómo muere una estrella es el acto final.
¿Cómo muere una estrella?
Así como sucede con los seres vivos, las estrellas nacen y fallecen. La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) explica que la mayoría de las estrellas tardarán millones de años en morir. Así describen el fenómeno:
«CUANDO UNA ESTRELLA COMO EL SOL HA CONSUMIDO TODO SU COMBUSTIBLE DE HIDRÓGENO, SE EXPANDE CONVIRTIÉNDOSE EN UNA GIGANTE ROJA. PUEDE TENER MILLONES DE KILÓMETROS DE DIÁMETRO», DOCUMENTA LA AGENCIA ESPACIAL EN SU PORTAL OFICIAL.
Una vez que la estrella se desprende de sus capas exteriores, se comprime muchísimo hasta convertirse en una enana blanca. Tienen que pasar billones de años antes de que este cuerpo celeste se enfríe. Eventualmente, se vuelve invisible. En ese proceso, las estrellas luchan por mantener su fuerza vital. El proceso culmina con una explosión cósmica, conocida como supernova.
¿Qué es una supernova?
La explosión de una supernova es el fenómeno central de cómo muere una estrella. Según la NASA, este tipo de estallidos cósmicos son los más grandes que ha observado la humanidad en la historia. Suceden cuando una estrella está moribunda —con masas 5 veces más grandes que la de nuestro Sol—, e intenta conseguir combustible para mantenerse con vida:
«LAS ESTRELLAS MASIVAS QUEMAN ENORMES CANTIDADES DE COMBUSTIBLE NUCLEAR EN SUS NÚCLEOS, O CENTROS. ESTO PRODUCE TONELADAS DE ENERGÍA, POR TANTO EL CENTRO SE CALIENTA MUCHO. EL CALOR GENERA PRESIÓN, Y LA PRESIÓN CREADA POR LA INCINERACIÓN NUCLEAR DE LA ESTRELLA TAMBIÉN EVITA QUE LA ESTRELLA SE DERRUMBE», EXPLICA LA AGENCIA ESPACIAL.
Cuando esto sucede, las estrellas se enfrentan a una batalla entre dos fuerzas cósmicas opuestas. La primera de ellas es la gravedad, que intenta compactar la estrella lo más posible. La otra es el combustible que queda en el núcleo, que genera una presión impresionante hacia afuera del astro.
El empuje del núcleo hacia afuera «crea resistencia ante la compresión hacia adentro de la gravedad«, explica la NASA en su plataforma educativa Space Place. Una vez que este proceso termina, la estrella estalla. Y así, muere.
Cuando muere una estrella, ¿nace otra?
Después de años de observación astronómica, la NASA sabe que las supernovas no son comunes. De hecho, loas astrónomos piensan que cada 100 años, sólo aparecen 2 o 3 en galaxias como la nuestra. Además, el polvo espacial tiende a ocultarlas. Por esta razón, sólo se han logrado unas cientas de supernovas al año fuera de la Vía Láctea.
A diferencia de lo que ocurre con los seres vivos, las estrellas se reproducen al morir. Durante el estallido masivo que producen las supernovas, la cantidad cósmica de materia y energía que salen disparados del cuerpo de la estrella pueden, potencialmente, convertirse en astros nuevos.
Visto así, cuando muere una estrella, es posible que nazca otra. En algunas ocasiones, incluso, la materia que quedó se pueda convertir en nuevos planetas y otros cuerpos celestes. Finalmente, la materia no se destruye: sólo se transforma.