Los trabajadores franceses salieron a las calles este jueves para protestar por la radical reforma al sistema de pensiones del país que, si se implementa, requerirá que la mayoría de las personas en Francia trabajen dos años más antes de jubilarse.
Ocho de los sindicatos más grandes de Francia, que cubren transporte, educación, policía, ejecutivos y sectores públicos, pidieron que el jueves sea el “primer día de huelgas y protestas” contra la reforma de pensiones propuesta.
Se esperan huelgas generalizadas, y puede ser un “jueves infernal” en las redes de transporte público, advirtió el martes el ministro de Transporte, Clement Beaune, a la emisora francesa France 2. La autoridad de transporte de París predice un servicio “muy interrumpido” en la red de transporte de la ciudad.
Uno de cada cinco vuelos desde y hacia el aeropuerto Orly de París será cancelado este día, según la autoridad de aviación civil de Francia, debido a la huelga de los trabajadores de control de tráfico aéreo. La autoridad dijo que esto no excluye la posibilidad de más retrasos y cancelaciones de los vuelos restantes.
También se espera que alrededor del 70% de los maestros de escuela primaria hagan huelga en toda Francia, según el principal sindicato de este sector, Snuipp-FSU, y una de cada tres escuelas primarias en París estarán cerradas. El sindicato Snes-FSU dijo que alrededor del 50% de los profesores de secundaria en Francia también irán a huelga.
El ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin, dijo el miércoles a la emisora de radio francesa RTL que más de 10.000 agentes de policía y gendarmería se desplegarán en Francia este jueves ante las protestas; 3.500 de estos estarán en París.
El gobierno ha defendido la reforma como un cambio de política progresista y de equilibrio contable, que hará que el déficit de pensiones se reduzca al mínimo en 2030.
“Si no aprobamos esta reforma, los libros no estarán equilibrados, lo que significa que tendremos que reducir las pensiones de los jubilados o aumentar las contribuciones de los trabajadores, reduciendo así el poder adquisitivo de los franceses”, dijo a CNN la diputada gubernamental Stephanie Rist el miércoles.
A pesar de la ira en la calle, el gobierno, que carece de una mayoría parlamentaria, todavía tiene una vía constitucional para imponer la reforma a los legisladores y convertirla en ley.
Pero muchos han criticado la reforma como inoportunas en el mejor de los casos; en el peor, un insulto a la gente trabajadora en Francia.
“Esta reforma cae en un momento donde hay mucho enojo, mucha frustración, mucho cansancio. De hecho, llega en el peor momento”, dijo el jefe del sindicato CFE-CGC, François Hommeril, a CNN el martes, señalando la inflación que ha sacudido a Europa este año tras la pandemia de covid-19.
El portavoz del gobierno, Olivier Veran, dijo a los periodistas el miércoles que el 40 por ciento de los trabajadores franceses podrán dejar el trabajo antes de los 64 años bajo el régimen propuesto gracias a las excepciones para aquellos que comenzaron a trabajar temprano o en trabajos con exigencia física.
“Tenemos el sistema más protector y más desarrollado de Europa” para las pensiones, dijo. Y agregó: “Incluso después de las reformas, nos jubilaremos en Francia mejor y antes que en casi todos los países de la eurozona”.
La reforma de las pensiones ha sido durante mucho tiempo un tema controvertido en Francia. En 1995, protestas callejeras detuvieron los esfuerzos de reforma, y sucesivos gobiernos enfrentaron una fuerte resistencia a las reformas que finalmente se aprobaron en 2004, 2008 y 2010.
Con información de: CNN Español