¿Has visto The Florida Project? No solo es -digan lo que digan los Oscar- la mejor película de Sean Baker sino que, además, su nombre esconde un secreto: es el que Walt Disney le dio a Disneyworld en los primeros momentos de la construcción, cuando el magnate quiso construir un parque más grande que Disneyland, puesto que este estaba recibiendo mucha más gente de la que podía meter en su interior. Aunque Disneyworld se terminó tras la muerte de Walt, sí sabemos que uno de sus pilares centrales, EPCOT (Experimental Prototype Community Of Tomorrow) ya estaba en sus planes. Lo que probablemente no estuviera en sus planes es lo que ha pasado en las colas.
Disneyworld abrió sus puertas el 1 de octubre de 1971, con unos precios que ahora nos parecen ciencia-ficción: los adultos pagaban 3,5 dólares, los menores entre 12 y 18 2,5 dólares y los menores de 12 años tan solo 1 dólar. Ahora, una entrada de adulto para dos días te cuesta, con acceso a los cuatro parques (incluidos los acuáticos) 483 dólares. Casi tanto como el billete de avión para llegar allí.
No es de extrañar, pues, que la gente no quiera perder ni un solo minuto. Por eso, tal y como informa Paco Hernández en TikTok, en las atracciones con las colas más largas (especialmente en las basadas en Guardianes de la Galaxia y Avatar) se están llegando a ver defecaciones en los rincones de gente que no quería perder el tiempo en salir al baño y volver a hacer la cola. Dado que los baños están fuera, muchos han creído más pertinente convertir un sueño en, bueno, una pesadilla. ¿Es esto lo que llaman la magia Disney?
Por cierto, que lo de las colas es un problema mayor de lo que parece. Por ejemplo, cuando Elsa y Anna empezaron a saludar a la gente, hubo colas de hasta 6 horas para tener esos dos minutos de interacción. Y hay atracciones para las que la gente ha llegado a esperar más de 5 horas. ¿Habéis leído lo que cuesta el billete? Es imposible no pensar “Vale, hacer esta cola me está costando 150 dólares”. Cosas de Disney.
Con información se: Sensacine