Zaira Quevedo Torres
En el primer cuadro de la ciudad de San Luis Potosí es común ver vendedores de chapulines y charales traídos principalmente del Estado de Oaxaca.
A simple vista es fuerte ver a estos insectos por su apariencia, sin embargo su sabor es una delicia para el paladar.
Sabías que los chapulines son una fuente de proteína de alta calidad, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales. 100 gramos de chapulines pueden tener entre 53.17% y 72.92% de proteína.
Un kilo de chapulín de milpa puede tener el doble de proteína que un kilo de carne convencional.
100 gramos de chapulines tienen la misma cantidad de proteína que más de 300 gramos de carne de res o 350 de pescado.
Además los chapulines fueron un alimento prehispánico en México, especialmente en la región de los Valles Centrales de Oaxaca. Los aztecas los descubrieron como alimento en el cerro de Chapultepec, donde abundaban estos insectos.
Otros nutrientes de los chapulines son una fuente de vitaminas, minerales, omega 3 y 6, vitamina B12, hierro y calcio, por lo cual son fáciles de digerir y buenos para la flora intestinal.
Su exoesqueleto, formado por quitina, funciona como fibra y es benéfico para la microbiota del ser humano.
Cómo consumir chapulines
- Se pueden incluir en batidos de proteínas.
- Se pueden moler los chapulines secos y mezclarlos con frutas, vegetales y líquidos como agua o leche.
- O simplemente con un poco de sal, limón y salsa Valentina, será espectacular como snack.
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