[Javier Padrón]
Ya estamos en la Fase 3 de la pandemia del COVID-19, en la estadística nacional la entidad potosina aparece por fortuna en los últimos seis lugares con menos casos confirmados, 89 hasta este lunes y siete decesos.
Los que se dicen expertos y neófitos siembran dudas en las cifras oficiales, hay la creencia de que se recurre a un subregistro de casos para no causar mayor alarma social y sobre todo daños económicos, se prefieren las mentiras piadosas a difundir la cruda verdad.
Si se altera el número real de contagios y muertos, la información del manejo de los recursos públicos inspira desconfianza.
En cuanto al gasto ejercido por el gobierno estatal en insumos y equipos médicos desde que se decretó la contingencia sanitaria, es una buena idea de que el gobernador Juan Manuel Carreras rinda un informe detallado a la ciudadanía para que honre así la transparencia y rectitud con la que se ha conducido hasta ahora y no se dé pie a los maldicientes que brotan en tiempos de calamidades.
En ese informe debería precisar el monto de los apoyos que ha enviado el gobierno federal en numerario y especie, además de las donaciones de la ciudadanía que no han sido pocas, no se trata de exhibir los nombres de los benefactores sino de rendir cuentas claras, de lo que se recibió y el destino que se le dio.
Si el gobernador Carreras no da información transparente y verificable de los recursos aplicados para atender la pandemia, será más cuestionable su intención de solicitar un crédito que podría incrementar la deuda estatal, con el pretexto de reactivar la economía estatal, de 4 a 5 mil millones de pesos o más.
La exposición de motivos del decreto será pletórica de buenas intenciones, un tono de marcado dramatismo y el énfasis en que, como suele suceder en estos casos, se beneficiará a las clases más desprotegidas y se protegerá el aparato productivo con apoyos directos y estímulos fiscales diversos.
Como el próximo año habrá elecciones son muy altos los riesgos de que ese crédito se desvíe del camino hacia proyectos políticos. A contracorriente del discurso presidencial, Carreras está cabildeando la contratación de un crédito y se guarda con mucho celo el monto.
La comparación con Marcelo de los Santos no parece preocuparle mucho, la del panista fue una deuda de mil 500 millones de pesos que se sacó de la manga en un cardiaco final de sexenio y hubo una lluvia de huevos sobre su impecable traje de corte italiano, encontró refugio en el siempre acogedor Congreso del Estado.
Para no romper la tradición, los más entusiastas con la idea de que Carreras endeude más a los potosinos en el último tramo de su gestión, es la bancada del PAN, su coordinador Rolando Hervert Lara se nota muy ansioso, ya quiere que se presente la iniciativa para votarla en el pleno. Al diputado le da alergia cuando le hablan de austeridad y moderación.
La pandemia es usada como pretexto para dejar de hacer muchas cosas, para no licitar compras y servicios, para campañas políticas disfrazadas de altruismo y ahora también para contratar más deuda estatal, cuando no hay una argumentación sólida que la justifique sí hemos prosperado juntos como dice el eslogan sexenal ¿o no?