Jorge Ramírez Pardo
Un conocido viajero mexicano, era veinteañero a mitad de los años setentas cuando descubrió en el diario colombiano El Espectador de Bogotá una tira humorística singular: Mafalda.
Unos meses después, en Sao Paolo, Brasil, la señora Aleida, quien le hospedabsa, le obsequió el tomo 6 en español de tiras Mafalda compiladas en formato de cuadernillo. Un suceso para acompañar el viaje. Descubrió, por cierto, a Mafalda presente en los principales diarios de los países suramericanos.
Más tarde, Mafalda llegó a México e impacto en formato de cuadernillo, mientras el diario Excélsior la incluía en su sección dominical de “monitos” en la portadilla en formato de tiras coloreadas.
Mafalda es una tira humorística cuyo personaje principal es una niña precoz y escéptica en interacción con su familia -papa, mamá y Guille, el hermano menor- y los niños vecinos de su barrio bonaerense en Argentina –Felipe, Susanita, Manolo, Liberad-; el contenido, a partir de reflexiones y diálogos de Mafalda, tiene tal carga filosófica y crítica sutil está dirigido a adultos.
Mafalda es preguntona, feminista, anti bélica, ambientalista; le preocupa la pobreza y el consumismo; no le gusta la sopa ni quiere emular a su mamá a quien agobian las labores domésticas y la resignación. Le gusta la música y prefiere a Los Beatles. Capta y critica al mal gobierno, la taradez y mediocridad del adulto medio, incluido su papá.
Mafalda es una creación del argentino Joaquín Lavado, quien falleció ayer 30 de septiembre a los 88 años.
Algunas frases emblemáticas de Mafalda
- El mundo. “Si tuvieras hígado… ¡Qué hepatitis, ¿eh?!”.
- Los sordos. “¡Orquestas! ¡Si en lugar de tropas, el mudo estuviera lleno de orquestas, sería una maravilla!… Ya veo a los sordos dando golpes de estado en defensa de la libertad, la paz, la justicia…”.
- No hay mal que dure cien años. “Cien años no sé, pero hay males que hace rato peinan canas”.
- Inocencia. “Es curioso, cuando uno ve a la gente de vacaciones… parece que nadie tuviera la culpa de nada”.
- Pobreza. “Había un no sé que de encíclica papal en esa mirada”.
- Lo que rompe el alma. “Bueno ¿y cómo hace uno para pegarse esto (un parche curita) en el alma?”.
- Consumismo. “Bueno ¿y cuando la sociedad de consumo llegue a la saciedad de consumo, qué?”.
- Primavera. “Indudablemente, la primavera es lo más publicitario que tiene la vida”.
- Las noticias. “Debiera haber un día a la semana en que los informativos nos engañaran un poco dando buenas noticias”.
La trascendencia
El profesor Hartmut Nonnenmacher, especialista en Literatura Española, Hispanoamericana y Francesa de la Universidad de Friburgo, Alemania –en entrevista reproducida por el portal Made in formins- comenta: Mafalda es una especie de conciencia latinoamericana, que porfiadamente pone el dedo en la llaga desde hace más de medio siglo. La más famosa de sus creaciones nunca envejece y continúa haciéndonos reflexionar sobre la realidad y las posibilidades de un mundo mejor.
¿Qué diría hoy Mafalda –se pregunta Nonnenmacher -, al ver el surgimiento de la milicia terrorista del Estado Islámico, la pugna en el este de Ucrania o el empecinamiento con que se mantiene en carpeta el conflicto del Cercano Oriente? Probablemente diagnosticaría que todavía no se ha encontrado una terapia efectiva para las enfermedades de este planeta. Pero muchos de sus habitantes la ven precisamente a ella, al menos, como una pincelada de bálsamo y siguen agradeciéndole a Quino que le haya dado vida hace 50 años.
El cincuentenario de Mafalda está presente en la agenda cultural de muchos países. También en Alemania ha habido mesas redondas y coloquios dedicados a la historieta.
¿Qué tan universal es el personaje de Mafalda?
Nonnenmacher: Es difícil de decir. Habría que hacer un estudio empírico, también entre la gente más joven. Yo pregunto regularmente a mis estudiantes si conocen a Mafalda. Muchos efectivamente la conocen, pero de los manuales de español que tienen la tira en la versión original.
Lógicamente Mafalda funciona mejor en los países latinoamericanos y en España que en países en los que hay que traducir las tiras. Hay algunas con juegos de palabras que son difíciles o imposibles de traducir. Recuerdo el famoso episodio donde Mafalda se encuentra con Libertad y se asombra de que sea tan pequeña; eso solo funciona en un idioma en el que Libertad puede ser al mismo tiempo un nombre femenino. Es casi imposible traducir eso al alemán. Nadie se llama Freiheit.
Pero también en alemán una tortuga podría llamarse Burocracia…
Sí. Claro que se pierde la alusión al presidente argentino de la época (Illia), que apodaban La Tortuga, pero el chiste funciona igual.¿A qué atribuye el éxito internacional de Mafalda?La mayoría de las tiras de Mafalda no se basa en juegos de palabras, sino que es traducible y por eso ha tenido éxito en muchos países, no solo en Europa; también hay traducciones al japonés. Creo que eso obedece también a que muchas de las tiras tratan temáticas bastante universales, como la emancipación de la mujer o la Guerra Fría, que era un fenómeno internacional por lo menos en los años 60, 70 y 80. La temática de cómo está el mundo es un leitmotiv de toda la obra. Siempre el mensaje es que el mundo va bastante mal. Y ese es un mensaje universal.
¿A qué se debe que no haya pasado de moda este cómic?
Hay aspectos básicos de cómo funciona el humor. Hay un grupo de amigos y cada uno es un personaje bastante estereotipado, sobre todo Susanita y Manolito. Además, Mafalda tiene esa magia de ser a la vez algo bastante sencillo y universal, y de poseer también un lado intelectual, por lo menos en muchas tiras. Es el término medio ideal entre lo que exige un esfuerzo intelectual y lo entretenido.