Javier Padrón
Llegó a esta mesa un folleto a todo color, papel de calidad y muchas fotografías que da cuenta del trabajo realizado por Horacio Sánchez Unzueta durante catorce años de coordinador ejecutivo del Consejo Consultivo del Centro Histórico; e incluye como antecedentes su periodo de gobernador (1993-1997), cuando cambió el piso del pasaje Hidalgo, remozó las plazas de los barrios y desplazó de esa función al alcalde Luis García Julián.
Ante el relevo sexenal y muy probable conclusión de su cargo, se la jugó con Octavio Pedroza, en una entrevista periodística pintó el apocalipsis si ganaba Ricardo Gallardo, quiere dejar constancia de lo que hizo y de lo que aún se puede seguir haciendo por quien llegue a reemplazarlo.
Es el único exgobernador que continuó en la función pública, aunque desde un consejo consultivo y sí recibió un sueldo del gobierno estatal como apoyo a sus desvelos, la sede del consejo está en la que fuera residencia de la genealogista Matilde Cabrera Ypiña de Corsi, en la contraesquina norte de Palacio de Gobierno.
El folleto abre con una conocida cita del padre Montejano y sigue el mensaje de Horacio: afirma que “cada generación cumple su parte”, reviste su labor de una “hazaña colectiva” y reconoce el apoyo de la UASLP y los gobiernos de Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras por “el esfuerzo compartido”.
Es cierto que el Consejo del Centro Histórico no administra recursos ni ejecuta las obras de rehabilitación, solo las diseña y propone, las licitaciones públicas son de los tres niveles de gobierno; pero Horacio debió asumir una actitud enérgica en contra de la opacidad en los recursos, el tortuguismo y licitaciones a modo, algunos de los constructores, por mencionar a dos, casualmente han sido priistas como Luis Mahbub y Guillermo Leal Tovías (ya fallecido), la vigencia de la fórmula mágica de negocios y política atrae la fortuna o la acrecienta.
Con la calle de Álvaro Obregón,en el gobierno de Toranzo, hubo tanta transa que intervino el Fondo Nacional del Fomento al Turismo para terminar la obra. Con Carreras y Leopoldo Stevens en la Seduvop estuvo peor, nunca se supo si oficialmente se dio por concluida la rehabilitación de la calle de Guerrero; y la avenida Carranza se inunda más ahora que fue arreglada por Mahbub. Los baches constantes en la esquina de Aldama e Iturbide, deslucen el renovado hotel Progreso, propiedad de Marcelo de los Santos.
A la corrupción en la obra pública y las afectaciones a terceros, como la quiebra de comercios, la falta de medidas de seguridad y protección para los comerciantes y transeúntes, se antepuso que al final habría un beneficio colectivo.
Horacio resume el ciclo constructivo del 2011 al 2021 en 5.3 kilómetros, 86 mil metros cuadrados, 15 calles y 64 cuadras, con la introducción de redes de agua potable y drenaje, cableado subterráneo, nueva iluminación, mobiliario urbano, accesibilidad universal, banda podotáctil y ampliación de las banquetas al doble, reforestación y semaforización de nueva tecnología.
RETROCESOS Y DEMAGOGIA
Lo paradójico es que después de catorce años de rescate, el Centro Histórico pasa por su peor crisis en la historia, lo confirma la Plaza de Armas invadida por ambulantes de todos los giros, otras zonas del Centro Histórico presentan años de abandono, inseguridad, basura, contaminación, drenajes colapsados, calles y pasajes dominados por el ambulantaje, la decadencia de los mercados Hidalgo y República; y darse una vuelta por los huaracheros es meterse a la boca del lobo.
La precarizada situación del Centro Histórico se acentuó con el alcalde Xavier Nava, su ambición política, indolencia y compromisos con líderes de organizaciones de ambulantes que le sirvieron de grupo de choque contra la gallardía, son algunos de los factores por las que hemos perdido el espacio público. Nava nunca entendió que el rescate emprendido por su tío político como último legado, incluye el orden de la economía informal y servicios municipales de calidad.
Horacio deja en su informe propuestas de obras: peatonalización de las calles de Díaz de León, Galeana en su tramo al templo de San Agustín, Villerías, Manuel José Othón y Obregón hasta la plaza Fundadores. Un proyecto de iluminación escénica en las plazas de Armas, Fundadores y del Carmen; y los jardines de San Francisco, San Juan de Dios y Colón; la rehabilitación de la Calzada de Guadalupe y de inmuebles de la zona; la transformación del Mercado Tangamanga en un Centro Gastronómico; colocación de un domo en el pasaje Hidalgo, la reubicación de las Tres Gracias (de Reforma y Uresti) para permitir un cruce peatonal amplio, el rescate de la fachada de la Alhóndiga, entre otros más proyectos.
Ya le corresponderá a Ricardo Gallardo decidir si acepta ese paquete de obras o algunas de ellas, es el que llega para poner fin a la hegemonía política de casi 30 años ejercida por Horacio, que se resiste a verse como es visto, como un cacique ilustrado. Ya cumplió su ciclo, el nuevo coordinador podría ser un académico y gestor, no un político. Gallardo considera que Horacio fue uno de sus persecutores, no se sabe aún de una terna para el consejo, de la entrega-recepción.
Un encuentro entre los adversarios, el joven político y el viejo lobo de mar, no es una mala idea, en la política también hay gestos de buena voluntad.