Arabia Saudita, Panamá y las Islas Vírgenes de Estados Unidos se incluyeron en una lista negra adoptada por los reguladores de la Unión Europea en medio de los esfuerzos para frenar los riesgos de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo en acuerdos comerciales o transacciones.
Este miércoles, la Comisión Europea identificó a 23 países que presentan un mayor riesgo de flujos financieros ilícitos, agregando obstáculos para los bancos en Europa en el futuro al tratar con clientes de países de estas naciones.
Junto a Arabia Saudita, Panamá y las Islas Vírgenes aparecen Afganistán, Irán, Irak, Corea del Norte, Etiopía, Pakistán, Sri Lanka, Siria, Túnez, Yemen, y Libia, Botsuana, Nigeria, Ghana, Samoa, Bahamas y Puerto Rico como nuevas incorporaciones. Bosnia Herzegovina, Guyana, Laos, Uganda y Vanuato han sido retirados de la lista, de acuerdo con información del diario español La Vanguardia.
“Hemos establecido las normas más estrictas contra el lavado de dinero en el mundo, pero tenemos que asegurarnos de que el dinero sucio de otros países no llegue a nuestro sistema financiero”, señaló la comisionada de Justicia de la UE, Vera Jourová, en un comunicado. “El dinero sucio es el alma de la delincuencia organizada y el terrorismo”, comentó.
La medida de la UE surje ante una serie de casos de lavado de dinero que involucran a algunos de los bancos más grandes del bloque, lo que pone de relieve las fallas en el marco de la UE. Danske Bank figura en el centro de un escándalo de dinero sucio que involucra fondos sospechosos que fluían de Rusia y otros lugares a través de su unidad estonia.
“Esta es una invitación para abordar sus debilidades y mis puertas permanecen abiertas”, señaló Jourova a periodistas en Estrasburgo, Francia, y agregó que la lista no está escrita en piedra y se adaptará a medida que los países incluidos aborden las preocupaciones del regulador de la UE. “Mi objetivo no es enumerar los países con el fin de enumerarlos”.
Como resultado de la lista, “se requerirá que los bancos y otras entidades que se rijen por las normas de la UE contra el lavado de dinero apliquen un mayor control (diligencia debida) sobre las operaciones financieras que involucren a clientes e instituciones financieras de estos terceros países de alto riesgo para identificar mejor los flujos sospechosos de dinero”, dijo la comisión.
Es la primera vez que la comisión elabora una lista basada en su propia metodología, orientada a más países que la versión actual, que se basa en gran medida en el análisis realizado por el Grupo de Acción Financiera, un organismo regulador global. Se agrega un país si se identifican “deficiencias estratégicas” en su marco contra el lavado de dinero, por ejemplo, en relación con el mantenimiento de registros y el reporte de transacciones sospechosas.
Con información de El Financiero.