Los manifestantes que desde hace dos meses protestan en Hong Kong promueven una “situación muy peligrosa”, afirmó el lunes la jefa del gobierno local, en una jornada de total caos en el transporte debido a una huelga y con nuevos enfrentamientos con la policía.
Activistas ocuparon estaciones del metro subterráneo y mantuvieron abiertas las puertas de los trenes, impidiendo su circulación, en un escenario de incontables forcejeos y gritos.
En varias partes de la ciudad los manifestantes también bloquearon la circulación de vehículos, congestionando aún más el tránsito.
En la megalópolis, que atraviesa su mayor crisis política desde hace 20 años, ya tuvieron lugar en los dos últimos meses otras jornadas de manifestaciones masivas que desembocaron en confrontaciones entre policías y pequeños grupos radicales.
Con miles de personas bloqueadas sin poder llegar a sus trabajos, la jefa del gobierno, Carrie Lam, convocó una conferencia de prensa en la que advirtió sobre su disposición a endurecer aún más su posición.
“Yo diría que (los manifestantes) están tratando de derribar a Hong Kong, de destruir por completo la vida de más de 7 millones de personas”, dijo Lam a los periodistas en su primera rueda de prensa en las últimas dos semanas.
Para la funcionaria, la actitud intransigente de los “jóvenes radicalizados” está empujando a Hong Kong, un importante centro financiero, hacia una situación “muy peligrosa”.
“Tan grandes acciones en nombre de ciertas demandas (…) han minado seriamente la ley y el orden de Hong Kong, y están empujando a nuestra ciudad, una ciudad que todos amamos, al borde de una situación muy peligrosa”, apuntó.
Lam dijo que “el gobierno será enérgico en la manutención de la ley del orden en Hong Kong para restaurar la confianza”.
AUTOPISTA BLOQUEADA
Varias manifestaciones empezaron este lunes de forma simultánea durante la tarde en parques, plazas, centros comerciales y en otros puntos de la ciudad.
Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes radicales que bloqueaban una autopista y otro grupo concentrado en un barrio residencial.
Además de perturbaciones en el transporte viario, se anularon más de 160 vuelos en el aeropuerto de Hong Kong, uno de los más transitados del mundo.
La compañía local Cathay Pacific, una de las más afectadas, no dio ninguna explicación sobre las suspensiones de vuelos, pero representantes sindicales de esta aerolínea confirmaron que algunos de sus trabajadores apoyaban la huelga.
En esta jornada caótica, algunos pasajeros se mostraban indignados ante la situación, aunque otros afirmaban que apoyaban la acción, después de más de dos meses de protestas en favor de garantizar libertades democráticas.
“Mientras el gobierno no responda, es evidente que el movimiento (de protesta) aumentará”, opinó un empleado público, que se identificó apenas como Leung, mientras trataba de conseguir un transporte para ir a trabajar.
ADVERTENCIA CHINA
La huelga del lunes pretende mostrar a China que aún existe suficiente apoyo popular a las protestas que desde hace meses ocupan las calles, pero que hasta ahora han logrado pocas concesiones del poder político.
Las protestas estallaron cuando el gobierno local propuso un proyecto de ley -ahora suspendido- que permitía extradiciones a la China continental. Pero rápidamente la movilización adoptó consignas más amplias.
Sin embargo, las autoridades en Hong Kong y Pekín parecen estar dispuestas a endurecer aún más su posición.
Autoridades chinas darán este martes en Pekín una rueda de prensa en la que tratarán la “situación en Hong Kong”.
Incluso los militares chinos afirmaron estar listos para controlar los “intolerables” disturbios, en el caso de que sean llamados a intervenir.
Los manifestantes, que no tienen un líder, utilizan las redes sociales para coordinar sus protestas.
En una conferencia de prensa realizada el sábado, varios de los organizadores de la huelga -algunos de ellos con los rostros cubiertos- afirmaron que 14 mil personas de más de 20 sectores de la ciudad habían comprometido su acción para este lunes.